2 de noviembre de 2025
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Salud y prevención

La importancia del chequeo de salud anual: guía para todas las edades

Desde la niñez hasta la adultez, los controles médicos regulares permiten detectar riesgos a tiempo y cuidar la salud integral. Todo lo que hay que considerar.

Por Celeste Funes

El chequeo médico anual es una de las herramientas más efectivas para prevenir enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida. Aunque muchas personas asocian la visita al médico con estar enfermos, el chequeo de salud anual es una herramienta fundamental para prevenir enfermedades crónicas, detectar factores de riesgo y cuidar la salud en cada etapa de la vida.

“No necesariamente hay que sentirse mal para asistir a una consulta”, precisó el especialista en Medicina de Familia, Maximiliano Gorosito (Mat. 11035), en diálogo con SITIO ANDINO. “El control preventivo permite detectar factores de riesgo o comportamientos que aumenten la probabilidad de desarrollar una enfermedad o experimentar un evento adverso”.

Primera infancia: el comienzo del cuidado

Durante los primeros años de vida, los controles pediátricos y la vacunación son pilares esenciales del desarrollo. “Cada papá o mamá tiene su libreta de salud, donde junto al pediatra se registran los controles y las vacunas, que son cruciales en la primera etapa”, indicó Gorosito.

El médico detalló que los controles son mensuales durante el primer año, luego cada tres o seis meses y, a partir de los cinco años, una vez por año. En esas consultas se evalúa el peso, la talla, el perímetro cefálico, la presión arterial, así como el desarrollo social y alimentario.

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En los primeros años de vida, los controles pediátricos y la vacunación son pilares esenciales para el desarrollo de niños y niñas.

En los primeros años de vida, los controles pediátricos y la vacunación son pilares esenciales para el desarrollo de niños y niñas.

A través de estos controles, es posible detectar anemia, déficit de crecimiento, problemas visuales o auditivos, infecciones urinarias y parásitos. “Cuanto antes se detecta un problema, más sencillo es resolverlo”, subrayó.

“La atención pediátrica no solo se limita al niño, sino también a la familia y a todas sus dudas y preguntas”, destacó el especialista.

Adolescencia: etapa de cambios y acompañamiento

En la adolescencia, el control médico anual adquiere un valor especial. “En esta etapa ocurren muchos cambios físicos y emocionales. Es fundamental evaluar peso, talla, presión arterial, salud cardiovascular y respiratoria, pero también aspectos como la salud emocional, el estrés y la alimentación”, explicó Gorosito.

El médico enfatizó la necesidad de generar un espacio de confianza: “A veces el adolescente llega por un examen físico y termina hablando de bullying, trastornos alimentarios o consumo de alcohol. Es clave escuchar sin juzgar”.

También recomendó abordar la educación sexual, la prevención de adicciones y la promoción de vínculos saludables: “Hoy muchos chicos viven sobreexpuestos a pantallas y a información que los sobrecarga. Orientarlos es parte del rol del médico de familia”.

Adultez: controlar, prevenir y sostener hábitos saludables

A partir de los 30 o 40 años, los controles médicos anuales se vuelven esenciales para prevenir enfermedades como la hipertensión, la diabetes o el colesterol alto. “El chequeo básico incluye control de presión, signos vitales, laboratorio, electrocardiograma y estudios complementarios según la edad y el sexo”, explicó.

En mujeres, recomendó realizar el Papanicolau (PAP) cada tres años a partir de los 25 años, y combinarlo luego con el test de VPH a partir de los 30 años, el cual debe hacerse cada 5 años luego de un resultado negativo. De ser positivo, se deberá realizar un PAP para confirmar o descartar la necesidad de una colposcopia y/o eventual biopsia. “La mamografía se aconseja desde los 40 años”, precisó Gorosito. En los hombres, la prueba del antígeno prostático (PSA) se indica a partir de los 50 años para detectar de forma temprana el cáncer de próstata.

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A partir de los 30 o 40 años, los controles médicos anuales se vuelven esenciales para prevenir enfermedades como la hipertensión, la diabetes o el colesterol alto.

A partir de los 30 o 40 años, los controles médicos anuales se vuelven esenciales para prevenir enfermedades como la hipertensión, la diabetes o el colesterol alto.

El especialista advirtió además que síntomas como cansancio, falta de concentración, pérdida de peso o irritabilidad pueden ser señales de estrés crónico o desbalances metabólicos.

“El estrés sostenido también enferma. Por eso hay que fomentar el descanso, la alimentación saludable, la actividad física y la socialización. Son factores protectores que ayudan incluso a prevenir el Alzheimer”, sostuvo Gorosito.

Adultos mayores: controles esenciales para mantener la calidad de vida

En las personas mayores de 60 años, los chequeos médicos regulares son claves para preservar la autonomía, prevenir complicaciones y mantener una buena calidad de vida. Según explicó el médico de familia Maximiliano Gorosito, estos controles deben realizarse al menos una vez al año, aunque en algunos casos se recomienda hacerlos dos veces.

“Es importante que en cada control se tome la presión arterial y se realice una evaluación clínica completa. Por lo menos una vez por año. Eso es de alta recomendación”, subrayó el especialista.

Además del chequeo habitual, Gorosito destacó la necesidad de ampliar los estudios de laboratorio más allá del hemograma y el perfil metabólico básico: “A los análisis clínicos que hacemos usualmente, debemos agregarles la vitamina B12 y el ácido fólico. El déficit de estos puede manifestarse con anemia, decaimiento, fatiga o incluso como problemas cognitivos”, explicó.

También se recomienda medir los niveles de vitamina D, debido a su rol en el metabolismo del calcio y la salud ósea. Esto se complementa con una densitometría ósea, estudio que permite diagnosticar osteopenia u osteoporosis y tomar decisiones preventivas para evitar fracturas.

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Los controles deben incluir además evaluaciones oftalmológicas, odontológicas y auditivas. Gorosito señaló que la salud bucal, en particular, incide directamente en la nutrición: “Hay pacientes que, por no tener una buena dentadura, bajan de peso porque no pueden masticar bien. Por eso es clave evaluar la mordida y el estado de las piezas dentales”, dijo.

En el caso de pacientes con antecedentes o factores de riesgo cardiovascular, también pueden solicitarse estudios complementarios como electrocardiograma, Holter o ecodoppler, según cada situación clínica.

Pilares para prevenir enfermedades y conservar la autonomía en vejez

A nivel preventivo, el médico destacó algunas áreas fundamentales para la salud integral:

  • Sueño: “Se recomienda dormir entre 7 y 8 horas. Un sueño reparador es fundamental para la memoria, la energía y el estado de ánimo.”

  • Alimentación: “Reducir azúcares y harinas, aumentar la ingesta de agua, frutas y verduras. La alimentación saludable es una base para prevenir enfermedades metabólicas.”

  • Actividad física: “La OMS recomienda 30 minutos de caminata diaria y ejercicios de fuerza. Desde los 40 años disminuye la masa muscular, por eso es importante trabajarla para mantener movilidad y equilibrio.”

  • Socialización: “Las actividades recreativas, los vínculos y los hobbies protegen el cerebro. Pintura, música, grupos de caminata o ciclismo ayudan a prevenir demencias y mejorar el bienestar emocional.”

Gorosito enfatizó que estos pilares actúan de manera conjunta. “Todo esto protege al cerebro, mejora el estado cardiorrespiratorio, favorece la movilidad articular y la fuerza muscular. Son hábitos que sostienen la calidad de vida en la vejez”, concluyó.

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