En el mundo de la jardinería, elegir las especies adecuadas es clave para que los espacios verdes se mantengan en buen estado, incluso en condiciones adversas. Los vientos fuertes, como el Zonda, suelen ser un desafío para muchas plantas, pero existen variedades capaces de mantenerse firmes, florecer y aportar color a balcones, terrazas y jardines expuestos.
Jardinería y plantas resistentes al viento
Cuando se trata de espacios abiertos, no todas las especies logran adaptarse al movimiento constante del aire. Las ráfagas pueden quebrar tallos, secar flores o dañar hojas frágiles, lo que desalienta a muchos aficionados a la jardinería. Sin embargo, hay plantas que se caracterizan por su fortaleza natural y su capacidad de prosperar incluso en balcones altos o zonas ventosas.
En esta nota repasamos tres variedades ideales para Mendoza y otras regiones donde los vientos forman parte del clima cotidiano. Además de resistir, estas plantas aportan belleza, aroma y un mantenimiento relativamente sencillo.
Geranios: color y resistencia en el balcón
Los geranios son una de las especies más confiables frente a corrientes de aire. Su estructura compacta y tallos firmes permiten que se mantengan erguidos incluso cuando el viento sopla con fuerza. Otra de sus ventajas es la amplia gama de colores: rojo, blanco, violeta o rosado, que llenan de vida balcones y canteros durante gran parte del año.
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Geranios: además de ser un clásico de la jardinería mendocina, es resistente y con gran poder ornamental
Para mantenerlos saludables, se recomienda un riego moderado y exposición al sol directo. Son plantas de bajo mantenimiento, perfectas para quienes buscan belleza sin complicaciones. No por nada siguen siendo una de las opciones favoritas en jardinería urbana.
Lavanda: aroma y fortaleza natural
Además de su perfume inconfundible, la lavanda destaca por su capacidad de resistir climas adversos. Sus tallos leñosos y follaje robusto la convierten en una planta casi indestructible frente al viento. Cultivada en macetas profundas con buen drenaje, logra crecer vigorosa y aporta un atractivo color lila que embellece cualquier rincón.
Un beneficio extra es que funciona como repelente natural de insectos. La lavanda combina estética, practicidad y resistencia, por lo que se transforma en un gran aliado para terrazas ventosas en Mendoza y otras zonas áridas.
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Jardinería | La lavanda, posiblemente, es una de las especies más populares en los jardines mendocinos
Buganvilia: un espectáculo de color en altura
La buganvilia, también conocida como Santa Rita, es una enredadera que cautiva por la intensidad de sus brácteas fucsias, naranjas, violetas o blancas. Aunque parece frágil, sus ramas flexibles se adaptan bien al viento siempre que se le proporcione un soporte sólido, como un enrejado o pérgola.
Para florecer en plenitud, requiere sol directo y cierto espacio para expandirse. Es ideal para quienes buscan un impacto visual fuerte en balcones o patios. Con los cuidados adecuados, transforma cualquier espacio en un ambiente alegre y tropical.
Elegir plantas resistentes al viento no solo garantiza que se mantengan saludables, sino que también asegura que el esfuerzo de cuidarlas se traduzca en resultados visibles. Geranios, lavanda y buganvilia son tres ejemplos de cómo la jardinería puede adaptarse a condiciones difíciles sin renunciar a la belleza. Con ellas, hasta los balcones más expuestos pueden convertirse en oasis verdes./TN.