10 de octubre de 2025
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Cuidado del jardín

Jardinería: la importancia de distinguir y eliminar las malas hierbas

En el mundo de la jardinería, eliminar las malas hierbas es clave para proteger las plantas y conservar la armonía del jardín.

Por Analía Martín

En la jardinería, uno de los desafíos más comunes es el control de las malas hierbas, esas plantas invasoras que parecen brotar de la nada y avanzar con rapidez. No sólo afectan la estética del jardín, sino que además compiten con las especies cultivadas por agua, luz y nutrientes. Mantenerlas a raya es esencial para garantizar un espacio verde saludable y equilibrado.

El papel de las malas hierbas en la jardinería

Las malas hierbas, también conocidas como malezas, son plantas que crecen sin control y en lugares no deseados. Aunque algunas cumplen funciones ecológicas, como proteger el suelo o atraer insectos polinizadores, en exceso pueden convertirse en una amenaza. Su rápida propagación puede sofocar a las plantas ornamentales o comestibles, debilitando su crecimiento y reduciendo la productividad del jardín.

Entre las más comunes en Mendoza y buena parte de Argentina se encuentran el diente de león, el trébol rastrero, la gramilla, la verdolaga y la correhuela. Cada una tiene un comportamiento distinto: algunas se expanden por raíces subterráneas, otras por semillas que el viento o los pájaros transportan con facilidad.

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Una de las prácticas más recomendables en la jardinería: eliminar las malas hierbas

Una de las prácticas más recomendables en la jardinería: eliminar las malas hierbas

Para reconocerlas, conviene observar hojas que crecen de manera densa, con tallos largos y raíces profundas. Identificarlas a tiempo permite actuar antes de que invadan todo el jardín.

Consejos de jardinería para eliminar las malas hierbas

La forma más efectiva —y sostenible— de eliminar las malas hierbas es el arranque manual. Aunque requiere paciencia, retirar toda la raíz evita que vuelvan a brotar. Lo ideal es hacerlo cuando el suelo está húmedo, ya que las raíces se desprenden con mayor facilidad.

Otra técnica clave en jardinería es el uso de mulching o cobertura orgánica, que consiste en colocar una capa de paja, hojas secas o astillas de madera sobre el suelo. Este método bloquea la luz solar y reduce la germinación de nuevas semillas, además de mantener la humedad, lo que beneficia a las plantas ornamentales y de huerta.

También se recomienda un riego localizado, concentrando el agua sólo en las plantas deseadas. De esta manera, se limita el crecimiento de malezas, que suelen prosperar en suelos húmedos y descubiertos.

Para quienes buscan soluciones naturales, existen alternativas como el vinagre blanco diluido o el agua hirviendo, que pueden aplicarse directamente sobre las hierbas no deseadas, evitando el uso de herbicidas químicos que dañan el ecosistema del jardín.

sacar hierbas malas del jardín
Con paciencia, retirá toda la hierba mala del jardín para beneficiar a tus plantas

Con paciencia, retirá toda la hierba mala del jardín para beneficiar a tus plantas

Mantener un jardín sano y libre de invasoras

La mejor estrategia para evitar la aparición constante de malezas es fortalecer las plantas del jardín. Un suelo fértil, una buena aireación y especies bien distribuidas impiden que las malas hierbas encuentren espacio para crecer. Las plantas de cobertura, como el trébol blanco o la lavanda, actúan como barrera natural, limitando la proliferación de especies invasoras.

Además, una rutina regular de mantenimiento, con podas, limpieza y revisión del suelo, contribuye a mantener el equilibrio natural. La constancia es clave: cuanto más se retrase la eliminación, más difícil será controlar su expansión.

Eliminar las malas hierbas no es sólo una cuestión estética, sino una práctica fundamental en la jardinería responsable. Con atención, prevención y técnicas adecuadas, tu jardín puede convertirse en un espacio verde saludable, donde las plantas crezcan fuertes y sin competencia./Mundo deportivo.

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