1 de noviembre de 2025
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Enredaderas nativas

Cómo cultivar plantas de Aristolochia en Mendoza y lograr que florezca al máximo: una enredadera impactante

En el mundo de la jardinería, pocas plantas resultan tan curiosas y resistentes como la Aristolochia. Descubrí cómo cuidarla en Mendoza.

Por Analía Martín

Entre las plantas más llamativas que pueden cultivarse en Mendoza se encuentra la Aristolochia, una enredadera de formas caprichosas y flores únicas. Adaptable al clima mendocino, esta especie conquista a los aficionados a la jardinería por su resistencia y su capacidad de atraer mariposas y colibríes. Su cultivo, aunque sencillo, requiere ciertos cuidados específicos.

Una joya para la jardinería mendocina

La Aristolochia, conocida también como “ojito de poeta”, es una planta trepadora que destaca por su particular mecanismo de polinización, el cual atrae insectos con sus formas y aromas sin llegar a ser carnívora. Este comportamiento la convierte en una pieza exótica dentro de los jardines urbanos o rurales, ideal para cubrir muros, pérgolas o cercos naturales.

En Mendoza, donde las temperaturas varían notablemente entre estaciones, la ubicación es clave: lo ideal es colocarla en un lugar con sol por la mañana y sombra a partir del mediodía. Así, evita los golpes de calor y se mantiene vigorosa durante todo el año. Además, su rápido crecimiento la hace perfecta para quienes buscan resultados visibles en poco tiempo.

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Cómo plantar y cuidar la Aristolochia

Para incorporar esta especie a tu jardín, se recomienda plantarla en maceta o directamente en tierra durante cualquier época del año, siempre que se mantenga protegida del frío extremo en sus primeros años. Al ser una enredadera de gran expansión, debe dejarse una distancia de unos dos metros y medio entre ejemplares, permitiendo que se extiendan sin competencia.

Durante las primeras temporadas, es importante protegerla con manta térmica en invierno, especialmente en zonas donde las heladas son frecuentes. En cuanto al riego, la Aristolochia es una planta de origen subtropical que necesita humedad constante, pero sin encharcarse. Lo ideal es regar dos o tres veces por semana, asegurando una hidratación profunda que alcance las raíces.

Un error común es el riego por aspersión, que puede favorecer la aparición de hongos en las hojas debido al exceso de humedad ambiental. Además, el agua alcalina —frecuente en Mendoza— puede dejar manchas blancas por acumulación de sales; en ese caso, se recomienda limpiar las hojas con un paño húmedo de vez en cuando.

planta entera Aristolochia, jardinería
Esta planta particular, puede ser un ejemplar de lo más llamativo para cultivar en el jardín de tu casa

Esta planta particular, puede ser un ejemplar de lo más llamativo para cultivar en el jardín de tu casa

Secretos de jardinería para plantas sanas

Si bien la Aristolochia crece con rapidez, su desarrollo se potencia con algunos cuidados extra. Podar los tallos secos o débiles a fines del invierno estimula la brotación y mantiene su forma estética. También conviene guiar las ramas jóvenes hacia el soporte deseado, ya sea una reja, pared o estructura de madera.

Otra recomendación útil es aplicar compost o abono orgánico cada primavera, lo que mejora la nutrición y el color del follaje. A cambio, la planta recompensa con flores vistosas y un follaje verde intenso que da vida a cualquier rincón del jardín. Además, su capacidad para atraer polinizadores convierte a la Aristolochia en una aliada perfecta para quienes buscan un espacio lleno de biodiversidad.

La Aristolochia es una de esas plantas que combinan belleza, resistencia y curiosidad natural. Cultivarla en Mendoza es posible siguiendo unas simples pautas de riego, ubicación y protección invernal. Con los cuidados adecuados, esta enredadera puede transformarse en protagonista de patios y jardines, ofreciendo sombra, color y un espectáculo de vida al aire libre./Infopico.

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