La filtración de audios atribuidos a Diego Spagnuolo, exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), provocó una oleada de acusaciones de corrupción que golpea a Javier Milei y Karina Milei y condiciona la percepción en las redes sociales de su gestión, según el informe semanal de la consultora Monitor Digital.
Según la consultora, que elabora su informe de conversación en redes semanalmente, el estallido del llamado escándalo de los audios instaló con fuerza la palabra corrupción en el centro de la conversación pública sobre el gobierno nacional, en el ámbito que más le importa a la Casa Rosada.
La crisis, que se originó a partir de la divulgación de grabaciones que comprometen al exfuncionario Spagnuolo en supuestos manejos irregulares de fondos, generó un efecto inmediato en redes sociales y medios de comunicación. El resultado fue un clima adverso, con niveles de negatividad inéditos en la evaluación digital de la Casa Rosada.
La palabra clave en redes sociales: corrupción
De acuerdo con el informe de Monitor Digital, las menciones ligadas al gobierno nacional alcanzaron un 91% de connotación negativa durante la última semana. En el análisis semántico de las conversaciones, el término “corrupción” se destacó muy por encima del resto, acompañado por referencias a la “discapacidad”, debido a la conexión directa con los fondos de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).
El impacto no se limita a las redes sociales. La cobertura periodística también viró hacia un tono desfavorable. Los medios, que hasta entonces oscilaban entre la crítica y el respaldo parcial a algunas políticas libertarias, acentuaron su atención en los presuntos mecanismos opacos de financiamiento, lo que refuerza la sensación de deterioro en la imagen gubernamental.
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Milei, parcialmente resguardado
Aunque la Casa Rosada en su conjunto aparece como la principal receptora del golpe reputacional, la figura del presidente Javier Milei muestra, por ahora, un matiz distinto. El análisis de menciones específicas sobre el mandatario revela que la narrativa continúa concentrándose en sus vetos presidenciales y en cuestiones de gestión.
El escándalo, sin embargo, se infiltra en segundo plano y empuja la negatividad en torno a su figura hasta un 86% de menciones críticas. Si bien aún no desplaza al eje de la gestión en el debate sobre Milei, la persistencia del caso plantea interrogantes sobre la evolución de su liderazgo en los próximos meses.
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Las redes sociales le han sido esquivas a Javier y Karina Milei después de la aparición de los audios que denuncian corrupción en la compra de medicamentos.
Una crisis sin señales de reversión
La tendencia de la conversación digital sobre el gobierno libertario arrastra ya más de sesenta días de predominio negativo, en lo que diversos analistas califican como un clima “pésimo”. La irrupción del caso Spagnuolo no hizo más que profundizar ese deterioro, clausurando cualquier margen de recuperación en el corto plazo.
En las proyecciones a seis meses, los especialistas prevén la continuidad de un clima social y mediático adverso, donde el escándalo de los audios actúa como un punto de inflexión. La asociación entre la gestión estatal de políticas sociales y presuntos manejos irregulares amenaza con instalar un relato corrosivo difícil de revertir.
Una semana marcada por la sospecha
El episodio deja al gobierno ante dos desafíos. Por un lado, intentar contener la caída en la conversación pública, marcada por la desconfianza y la sospecha de corrupción. Por otro, preservar la figura presidencial de un desgaste acelerado que podría comprometer su capital político.
El escándalo de los audios, más allá de sus derivaciones judiciales o administrativas, ya produjo un impacto concreto: instaló en el centro de la opinión pública la idea de opacidad en la gestión.