Con septiembre llega la ansiedad por renovar el jardín, pero no todas las plantas deben ser podadas en este mes. Algunas especies necesitan conservar sus ramas y brotes para florecer con fuerza más adelante. Saber cuáles respetar es clave para disfrutar de un espacio verde lleno de color y vitalidad durante la primavera y el verano.
El momento justo para la jardinería
En Mendoza, septiembre trae los primeros calores y con ellos la tentación de cortar ramas y hojas secas de todas las plantas. Sin embargo, hacerlo sin conocimiento puede afectar su crecimiento. Cada especie tiene un ciclo diferente, y la poda fuera de época puede debilitarla o dejarla sin flores en toda la temporada.
Los especialistas en jardinería recomiendan observar el estado de cada planta antes de decidir intervenir. Podar sin criterio no sólo puede frenar la floración, sino que también expone a la planta a enfermedades. Por eso, conviene armar un calendario y respetar los tiempos de cada especie.
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Plantas que no hay que podar en septiembre
Existen especies que conviene dejar tranquilas este mes. Entre las más comunes en jardines mendocinos se encuentran:
Camelias: requieren mantener sus ramas hasta el otoño, cuando vuelven a brotar. Podarlas en septiembre puede anular la floración del año siguiente.
Azaleas: florecen en primavera. Si se cortan ahora, se eliminan los brotes listos para abrir.
Hortensias: sus flores aparecen en ramas viejas, por lo que un corte temprano arruina la producción.
Magnolias: sensibles a la poda fuera de tiempo. Lo recomendable es esperar a que termine la floración.
Rododendros: al igual que las azaleas, preparan sus flores con anticipación. Podarlos en septiembre es perder el espectáculo de colores.
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Consejos prácticos para cuidar tus plantas
La poda no es la única tarea de jardinería en esta época. En septiembre es mejor concentrarse en otras labores que favorecen el crecimiento:
Limpieza del suelo: quitar hojas secas y restos de invierno mejora la oxigenación.
Abono y fertilización: aplicar nutrientes orgánicos fortalece las raíces.
Riego moderado: los días son más cálidos, pero aún frescos en la noche, por lo que conviene ajustar la frecuencia.
Control de plagas: revisar las hojas ayuda a detectar insectos o hongos a tiempo.