En Mendoza, muchas personas eligen plantas trepadoras para cubrir muros y embellecer fachadas, sin imaginar que algunas pueden convertirse en un problema serio. Una de las más populares es la hiedra, que a primera vista parece decorativa, pero puede dañar estructuras, atraer plagas y generar gastos de mantenimiento difíciles de afrontar.
La hiedra: una trepadora atractiva, pero riesgosa
La hiedra se ha vuelto común en jardines por su rápido crecimiento y su capacidad para cubrir superficies en poco tiempo. Lo que parece una ventaja puede transformarse en un problema mayor: sus raíces aéreas se adhieren con fuerza a paredes y techos, introduciéndose en grietas y acelerando el deterioro de los materiales.
Además de dañar muros, la hiedra puede avanzar hacia canaletas, ventanas y techos, generando filtraciones o humedad interna. Con el paso de los años, los daños estructurales pueden volverse costosos y difíciles de reparar, lo que convierte a esta trepadora en una elección riesgosa para quienes buscan soluciones duraderas en jardinería.
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Esta planta trepadora parece inofensiva pero podría arruinar tus paredes
Plagas, alergias y problemas de jardinería
El follaje denso de la hiedra no sólo afecta a las superficies: también crea un ambiente ideal para insectos, roedores y otras plagas. Esto representa un riesgo para quienes tienen mascotas o huertas en casa, ya que los animales pueden verse atraídos por estos refugios naturales.
Otro aspecto a considerar es que la savia de la hiedra puede provocar reacciones alérgicas en personas sensibles, sobre todo al podarla. Esto la convierte en una planta incómoda para quienes buscan un jardín seguro y saludable, especialmente en espacios pequeños o de uso frecuente.
Entre los riesgos más frecuentes que genera la hiedra se destacan:
Daño progresivo en paredes y techos.
Atracción de insectos y pequeños animales.
Reacciones alérgicas al manipularla.
Invasión de espacios que obstaculizan la luz y ventilación.
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La hiedra, una de las plantas trepadoras más comunes de encontrar en los hogares mendocinos
Plantas y jardinería responsable: alternativas a la hiedra
Si ya tenés hiedra en tu hogar, la clave está en el control y la poda frecuente. Es recomendable realizar cortes durante el verano, cuando la planta está en pleno crecimiento, para evitar que se expanda sin control. También conviene revisar periódicamente los muros y techos donde se adhiere para anticipar daños.
La hiedra puede parecer una aliada decorativa, pero sin cuidados adecuados puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza. En jardinería, cada decisión debe pensarse a futuro: elegir plantas trepadoras responsables no solo protege la estética del hogar, sino también su integridad estructural. ¿Tenés hiedra en tu casa? Quizás sea momento de replantear tu elección verde./TN.