La lengua de suegra es una de las plantas más resistentes y populares en Mendoza, elegida tanto por su valor ornamental como por las creencias que la rodean. Ponerle una cinta roja no es un gesto estético: es un ritual cargado de simbolismo que conecta con la tradición, la protección y la búsqueda de armonía en el hogar.
Una planta con simbolismo en la jardinería
La lengua de suegra, también conocida como sansevieria, se adapta fácilmente a interiores y exteriores, incluso en climas secos como el mendocino. Su resistencia la convierte en una aliada ideal para quienes recién se inician en la jardinería. Sin embargo, más allá de su fácil cuidado, muchas culturas le otorgan un valor espiritual y protector.
Atar una cinta roja en sus hojas es una práctica común que, según la tradición, sirve para bloquear las malas energías, la envidia y cualquier vibración negativa. Para algunas familias, esta planta actúa como un escudo natural que resguarda la casa y a quienes viven en ella.
sansevieria.png
La planta sansevieria, es sin dudas uina de las favoritas entre las especies de interiores
Cinta roja: ritual de energía positiva
El color rojo tiene una larga historia como símbolo de fuerza, vitalidad y prosperidad. En el caso de la lengua de suegra, colocar una cinta roja busca atraer buena suerte, abundancia y equilibrio. No hay una regla estricta sobre cómo hacerlo, pero suelen recomendarse ciertos pasos:
Usar una cinta de color rojo intenso, ya sea de tela o hilo.
Atarla suavemente en la base de la hoja más grande de la planta.
Evitar ajustarla demasiado para no dañar el tejido vegetal.
Dejarla el tiempo que se desee; algunas personas la cambian cada mes para renovar la energía.
Cuidados básicos de la lengua de suegra
Más allá del simbolismo, para que la planta cumpla su función es clave mantenerla saludable. Una lengua de suegra cuidada transmite vitalidad y frescura al espacio. Los consejos esenciales incluyen:
Colocarla en un lugar con luz indirecta.
Regarla de manera moderada, evitando el exceso de agua.
Imagen ilustrativa de una sansevieria con una cinta roja en la base de su hoja más grande.
Gracias a su rusticidad, esta especie se adapta muy bien a la vida urbana mendocina. Tanto balcones como patios pequeños suelen ser los espacios principales de cultivo.
Colocar una cinta roja en la lengua de suegra es un hábito que combina cuidado de las plantas y tradición cultural. Más allá de las creencias, este gesto invita a conectar con la naturaleza y con prácticas de jardinería que buscan equilibrio y bienestar en el hogar./TN.