El mundo de la jardinería siempre ofrece secretos y trucos inesperados para tus plantas. Uno de ellos es el uso de las cáscaras de kiwi secadas al sol, un recurso natural que puede convertirse en fertilizante, infusión o aromatizante casero, ideal para quienes buscan alternativas sustentables y económicas en su vida cotidiana.
Beneficios de secar las cáscaras de kiwi
El kiwi es una fruta reconocida por su alto contenido de vitamina C, antioxidantes y fibra. Lo interesante es que parte de estos nutrientes también están presentes en su cáscara, que suele terminar en la basura. Al secarla al sol, se potencia su concentración de minerales y compuestos antioxidantes, lo que abre un abanico de usos prácticos para la vida diaria y para el cuidado del jardín.
Además, aprovechar esta parte del fruto es un gesto de consumo responsable, algo cada vez más valorado en Mendoza, donde la conciencia ambiental crece junto con la cultura del compostaje y el reciclaje hogareño. Transformar un desecho en un recurso es una manera simple de sumar a la economía circular.
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No tires las cáscaras de kiwi, tus plantas lo agradecerán
Usos prácticos en jardinería y en casa
Estas ideas simples permiten que un descarte cotidiano se convierta en un aliado para tus plantas y el hogar. Las cáscaras secas de kiwi pueden incorporarse a la rutina de diferentes maneras:
Infusiones y té natural: cortadas en trocitos y añadidas al agua caliente, generan una bebida suave, con un toque ácido y repleta de antioxidantes.
Fertilizante para las plantas: trituradas y mezcladas con la tierra, son un abono casero lleno de minerales, ideal para macetas, huertas urbanas o jardines.
Aromatizante natural: guardadas en bolsitas de tela o frascos, perfuman armarios y espacios cerrados con un aroma fresco y frutal.
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Paso a paso para secarlas correctamente
Para secar cáscaras de kiwi de forma casera sólo hace falta paciencia y sol. Primero, lavá bien la fruta para eliminar impurezas, luego cortá las cáscaras en tiras o trozos pequeños. Colocalas sobre una bandeja con papel absorbente y dejalas en un lugar soleado, ventilado y seco por varias horas, hasta que estén completamente deshidratadas.