En Mendoza y en muchas regiones del país, el cuidado de las plantas es un hábito que une pasión, paciencia y conocimiento. Pero uno de los errores más comunes en la jardinería es el exceso de agua: un problema que puede enfermar a las especies tanto de interior como de exterior.
Reconocer las señales tempranas es clave para evitar daños irreversibles. Las raíces ahogadas y los hongos son el principal riesgo del riego excesivo. Por eso, antes de insistir con la regadera, conviene aprender a interpretar lo que nos dicen nuestras plantas.
Cada señal es un llamado de atención ajustar en la jardinería y, en este caso, suspender el riego y revisar las raíces. Existen síntomas que indican claramente que una planta está recibiendo demasiada humedad:
Hojas amarillas en especies de interior como potus o filodendros.
Bordes negros en azaleas y jazmines, producidos por la acumulación de agua en sustratos húmedos.
Manchas blandas en sansevierias o magnolias, que revelan tejidos saturados.
Hojas caídas en la Cuna de Moisés, pese a que los tallos siguen firmes.
Podredumbre en cactus y suculentas, visible en la base marrón y blanda.
exceso de agua en Cuna de Moisés, Jardinería
Qué hacer para salvar tus plantas
La buena noticia es que, con medidas simples, se pueden revertir los daños. Algunas acciones recomendadas son:
Suspender el riego durante varios días y permitir que la tierra se seque.
Retirar hojas dañadas para que la energía se concentre en nuevos brotes.
Cambiar la maceta y el sustrato en casos de pudrición de raíces.
Aplicar fungicidas preventivos para evitar la aparición de hongos.
Regular la frecuencia del riego, especialmente en climas secos donde las lluvias son escasas.
regar las plantas de interior, jardinería
Guía práctica para detectar exceso de riego en plantas y corregirlo
Un riego controlado y adaptado a cada especie es la mejor forma de prevención. En Mendoza, donde el clima varía entre veranos intensos e inviernos fríos, es fundamental conocer las necesidades hídricas de cada planta. Observar, tocar la tierra y esperar el momento adecuado para regar puede marcar la diferencia entre una planta sana y una condenada a enfermar./Infopico.