En el tercer aniversario de la consagración argentina en Qatar 2022, Alejandro “Papu” Gómez reapareció públicamente con un testimonio crudo sobre el período más duro de su carrera. El campeón del mundo se refirió a la sanción por doping, al aislamiento y dejó una frase que expone el costo humano del proceso: “Algunas personas desaparecieron”.
Qué pasó con Alejandro Darío Gómez
Tres años después de levantar la Copa del Mundo con la Selección argentina, el Papu Gómez ya no forma parte del plantel albiceleste y su carrera quedó marcada por una sanción que lo alejó de las canchas durante más de dos años. En una entrevista con La Gazzetta dello Sport, el futbolista repasó cómo atravesó ese período y el impacto personal que tuvo la suspensión.
La sanción se conoció en octubre de 2023, cuando Gómez dio positivo por terbutalina mientras era jugador del Monza. La muestra había sido tomada antes del Mundial, cuando aún jugaba en Sevilla, por lo que el castigo no afectó la consagración argentina en Qatar. Desde el inicio, el futbolista sostuvo su inocencia, explicando que la sustancia habría sido ingerida de manera involuntaria a través de un jarabe de su hijo.
El Papu Gómez y su momento más duro: "Algunas personas desaparecieron. Otras, y no me lo esperaba, se mantuvieron muy cerca de mí. A veces, las cosas malas que te pasan sirven para comprender quién realmente quiere estar a tu lado y quién no. He comprendido muchas cosas. En… pic.twitter.com/oBU5mNMNYA
“Algunas personas desaparecieron”: el costo personal de la sanción
Durante la entrevista, el campeón del mundo puso el foco en el costado humano del castigo y en el aislamiento que sufrió durante ese tiempo. “Algunas personas desaparecieron y no me lo esperaba. A veces las cosas malas te sirven para comprender quién quiere estar a tu lado y quién no”, expresó.
Gómez también habló abiertamente sobre la salud mental, reconociendo que necesitó ayuda profesional para salir adelante. “Había entrado en un bucle del que no podía salir”, confesó, y agradeció especialmente el acompañamiento de su familia y de su esposa durante el proceso.
Entrenar solo, volver a jugar y mirar hacia adelante
La sanción no solo lo marginó de la competencia oficial, sino que también le impidió entrenar con equipos o utilizar centros deportivos, lo que lo obligó a sostener su preparación de manera individual. “Era mi propio preparador físico, mi propio entrenador y mi propio entrenador mental”, relató el volante de 37 años.
El regreso a las canchas se dio el 22 de noviembre de este año, y el 13 de diciembre fue titular por primera vez en el Padova, equipo de la Serie B de Italia. Lejos de pensar en el retiro, Gómez aseguró que quiere seguir vinculado al fútbol: “Si todo va bien, quiero jugar tres o cuatro años más. Quiero disfrutar del fútbol”.