Rompiendo tabúes

Sexualidad después de los 50: una etapa de cambios y nuevas formas de disfrutar

Esta etapa representa un punto de inflexión en la sexualidad, que invita a explorar otras formas de intimidad, más conscientes y conectadas con el propio deseo.

Por Dr. Miguel Palmieri

Hablar de sexualidad en la adultez mayor sigue siendo, en muchos casos, un tema rodeado de tabúes y prejuicios. Sin embargo, es imprescindible saber que después de los 50 la vida sexual no se termina: se transforma. Tanto en mujeres como en varones, el cuerpo atraviesa procesos naturales de cambio que inciden en el deseo, en la respuesta física y en los modos de vincularse. La clave está en comprender que no se trata de una pérdida definitiva, sino de una oportunidad para redescubrir el placer desde nuevas perspectivas.

Menopausia: más que un cambio hormonal

La menopausia es una etapa que llegará en algún momento en la vida de todas las mujeres. Se produce por la pérdida de la función ovárica: los óvulos comienzan a disminuir, los niveles de estrógeno caen y se desencadena una serie de síntomas que pueden resultar intensos. Sofocones, alteraciones en el estado de ánimo, resequedad en la piel, modificaciones en el vello corporal e incluso cambios en la estructura ósea forman parte del cuadro.

Estos síntomas pueden afectar la vida cotidiana y la intimidad. En el plano sexual, es posible que aparezca una disminución transitoria del deseo. Pero es importante aclarar que la mujer conserva intacta su capacidad de desear y fantasear. El deseo no se agota en lo biológico: la fantasía y la imaginación siguen siendo generadoras de placer.

La sexualidad en esta etapa no se limita al coito ni a la penetración pene-vagina. Muchas mujeres descubren nuevas formas de disfrutar, a través de la seducción, las caricias, los besos o el sexo oral.

El escenario del placer puede ser distinto al de los 20 años, pero no por ello menos intenso o gratificante.

De hecho, no son pocas las que, tras la menopausia, han redescubierto su sexualidad junto a nuevas parejas.

Por eso, debemos destruir el mito de que la menopausia marca el fin de la sexualidad. Más bien, representa un punto de inflexión que invita a explorar otras formas de intimidad, más conscientes y conectadas con el propio deseo.

pasion despues de los 50
A partir de los 50, se transita una etapa que implica una oportunidad para redescubrir la sexualidad desde nuevas perspectivas.

A partir de los 50, se transita una etapa que implica una oportunidad para redescubrir la sexualidad desde nuevas perspectivas.

Andropausia: la versión masculina del cambio

En los varones, el proceso se conoce como andropausia y está vinculado a la caída progresiva de la testosterona. A diferencia de lo que ocurre en las mujeres, este descenso es más gradual, una “curva achatada” que puede pasar inadvertida durante años.

En algunos casos, los síntomas se confunden con cuadros depresivos, lo que exige un diagnóstico diferencial adecuado.

La reducción de la testosterona puede provocar baja energía, alteraciones en el ánimo, disminución de la masa muscular y variaciones en el deseo sexual. Sin embargo, como en la mujer, no implica la pérdida definitiva de la vida sexual.

Lo que se necesita es aceptar que el cuerpo cambia, y que la sexualidad debe transformarse del mismo modo que lo hacen otros hábitos de la vida diaria.

El valor de la comunicación y la consulta médica

Tanto en la menopausia como en la andropausia, los síntomas no deben vivirse en silencio. La sexualidad es de a dos, y el silencio prolongado puede convertirse en distancia dentro de la pareja. Hablar a tiempo es fundamental: cuanto antes se ponga en palabras lo que ocurre, más fácil será encontrar soluciones.

No se trata de forzar situaciones ni de acceder sin ganas, sino de dialogar, buscar nuevas formas de intimidad y, cuando sea necesario, acudir a la consulta médica. Una evaluación preventiva puede orientar sobre terapias hormonales, hábitos de cuidado y estrategias para mejorar la calidad de vida sexual.

Una invitación al redescubrimiento de la sexualidad

La sexualidad después de los 50 no es una copia de la juventud. Es una etapa distinta, que puede vivirse con plenitud si se la encara sin mitos ni miedos.

Empoderarse de la fantasía, aceptar los cambios del cuerpo y abrirse al diálogo con la pareja son claves para seguir disfrutando.

Porque, lejos de extinguirse, el deseo se transforma. Y en ese cambio puede encontrarse una forma de placer más madura, consciente y enriquecedora.

Escuchá mi columna todos los miércoles a las 17, en Aconcagua Radio 90.1 en el programa Haciendo Cumbre, con la conducción de Emiliano Serrano y Cecilia Zabala.

Embed

Te Puede Interesar