15 de octubre de 2025
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Opinión

Lo que nos hace humanos nos mantendrá vigentes

La inteligencia artificial impulsa una revolución tecnológica, humana y cognitiva sin precedentes en la historia.

Por Damian Kesler

A medida que la Inteligencia Artificial se ha ido convirtiendo socialmente cada vez más en un "interlocutor válido", va quedando claro que estamos frente a una revolución tecnológica, humana y cognitiva equiparable a pocos sucesos en la humanidad. Quizá lo más llamativo de esta revolución sea tanto su velocidad como su aceleración. Estamos viviendo a un ritmo como ningún otro, en el que en pocos meses puede cambiar completamente la perspectiva de lo que es posible y lo que no.

La Inteligencia Artificial puede ser la mejor herramienta jamás creada

El advenimiento de la llamada “Revolución 4.0” obliga, además de comprender cómo el mundo cambia de sentido en tan poco tiempo, pensarnos nuevamente como humanos y como Humanidad. ¿Cuáles son modas y cuáles son tendencias? ¿Qué habilidades humanas dejarán de ser relevantes y cuáles tomarán más relevancia?

Esta pregunta vale tanto para el mundo del trabajo, como el de la vida cotidiana y el de la educación. La IA puede ser la mejor herramienta jamás creada para amplificar nuestro pensamiento o la prótesis definitiva para que lo atrofie para siempre. Todo depende de cómo la usemos. Y justamente la oportunidad está en tener bien presente, entre ceja y ceja, la apuesta por la Inteligencia Híbrida, la capacidad humano-máquina de complementarnos para potenciar lo mejor de los dos mundos.

Inteligencia Híbrida: la clave del futuro

En un mundo de cambio constante, somos social y organizacionalmente tan adaptables como nuestra gente y sus habilidades. Hoy en día, casi la mitad de los profesionales de aprendizaje y desarrollo de talento percibe una crisis de competencias. Según el Workplace Learning Report 2025, casi nueve de cada diez profesionales de aprendizaje creen que el desarrollo de habilidades debe acelerarse para no quedar atrás. Y más del 90% considera que el aprendizaje continuo es hoy la clave del éxito profesional.

Algo que de a poco se observa (y se verá aún más) es que el avance de la tecnología estaría marcando una tendencia de revalorizar cada vez más aquellos aspectos considerados “propiamente humanos”. Como hoy se valora aquellos productos orgánicos, naturales, artesanales o libres de grandes aparatos industriales, podríamos fantasear que veremos sellos “hecho por humanos” en las etiquetas de ciertos productos (o servicios).

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El avance de la tecnología estaría marcando una tendencia de revalorizar cada vez más aquellos aspectos considerados “propiamente humanos”.

El avance de la tecnología estaría marcando una tendencia de revalorizar cada vez más aquellos aspectos considerados “propiamente humanos”.

Liderar la transformación digital con visión y empatía

En el terreno cotidiano, se observa en grandes, medianas y pequeñas compañías, que apenas cumplida la necesidad inmediata de formación en el uso de la IA, lo que se vuelve fundamental, son las competencias para liderar esta transformación: visión estratégica, creatividad, flexibilidad, conocimiento de la industria, cooperación y trabajo en equipo. Dicho en fácil, el problema de implementar la IA es fundamental un desafío de liderazgo.

Justamente, el reporte más reciente de World Economic Forum (2025) en el Future of Jobs Report del 2025, identifica que las 5 habilidades más demandas son justamente el Pensamiento analítico, la Resiliencia, flexibilidad y agilidad, el Liderazgo e influencia social, el Pensamiento creativo y la Motivación y autoconciencia, todas ellas llamadas comúnmente “soft skills” o incluso “power skills”. Recién en el 6º lugar se halla la alfabetización tecnológica. Lo que deja en claro, es qué papel ocupa la destreza técnica, siempre luego de contar con sólidas habilidades interpersonales, de inteligencia emocional y el compromiso con el aprendizaje permanente.

Por supuesto que, prosperar en tus habilidades profesionales requiere un equilibrio entre las “hard skills” y las “soft skills”, pero va quedando claro cuáles toman la delantera. Ya en el LinkedIn Global Talent Trends del 2019, se presentaba el dato de que el 92% de los líderes de talento aseguran que las habilidades blandas son igual o más importantes que las técnicas. Existirían un núcleo (o nido) de habilidades básicas que subyacen a todas las otras. También es evidente que existen diferencias indiscutibles entres industrias, culturas y espacios geográficos.

A modo de cierre, me gustaría destacar ciertas competencias que vengo discutiendo como claves en un mundo con IA:

  • Ética y pensamiento crítico. Aunque se habla de este tema desde hace años, su importancia se intensifica en la era de la IA. Implica no aceptar ciegamente lo que la máquina ofrece y revisar alucinaciones, sesgos y las ideologías que subyacen a la información dada. Suena obvio, pero muchas personas pasan por alto la necesidad de cuestionar lo que leen o ven. Parece tan creíble, que hay que hacer fuerza para no pasar por alto este aspecto y posicionarse crítica y éticamente frente a los planteos de la IA.
  • Autoconocimiento e inteligencia emocional. El crecimiento veloz de las tecnologías afectivas nos ponen en un lugar donde cada vez resulta más crítico conocerse a uno mismo para tomar mejores decisiones y no dejarse llevar por nuestras propias vulnerabilidades. Al igual que la alfabetización y el pensamiento crítico han sido claves en la era de la información, la inteligencia emocional es clave para evitar ser manipulados en esta nueva era tecnológica.
  • Aprendizaje continuo y curiosidad activa. Si hoy se pueden obtener respuestas inmediatas a casi cualquier pregunta, podría pensarse que ya no hace falta querer saber. Sin embargo, estamos en un momento en que la curiosidad es más valiosa que nunca. Quienes sean curiosos podrán explorar temas a niveles antes impensables: ver transmisiones en vivo del fondo del mar, acceder a investigaciones en tiempo real y aprovechar las herramientas para aprender. La curiosidad alimenta la creatividad, fomenta las buenas preguntas y conduce a soluciones innovadoras.
  • Creatividad. Nunca en la historia de la humanidad ha sido tan chica la brecha entre lo que podemos imaginar y lo que podemos hacer real. Romper con esta barrera ha sido siempre una gran fantasía humana. Será muy necesaria fomentar la creatividad por el sin límites que se encuentra. Y si hoy se vuelve tan fácil de palpar, ¡esperá lo que está por venir!
  • Flexibilidad cognitiva. Es evidente que el mundo, tal como lo conocíamos, es cosa del pasado. La aceleración tecnológica hace que lo creíamos imposible e impensable, pueda serlo en un tiempo demasiado breve. Esto vale para capacidades humanas, pero también para nuevos fenómenos humanos, sociales, culturales y generacionales. La apertura mental, la experimentación y el ser permeable a nuevas ideas será fundamental, y puede dirimir entre surfear la ola o quedaron ahogados por ella.

Juntas, estás competencias forman un kit de supervivencia para una era donde trabajar colaborativamente entre humanos y agentes artificiales será la norma y no la ventaja competitiva. La IA en la cancha no es una pelota nueva ni una estadística más precisa: es un cambio en las reglas del juego. En entenderlas, jugarlas y sacarles partido, está el verdadero acto de liderazgo humano.

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