La causa que investiga el femicidio de Pamela Cuello (38), una mujer que fue hallada asesinada y prendida fuego en un descampado de El Algarrobal, Las Heras, está estancada y próxima a dictarse el sobreseimiento del único acusado, quien ya fue liberado por falta de pruebas.
Se trata de Eduardo Casanova (35), un sujeto que tenía múltiples antecedentes penales por violencia de género y que había tenido una relación con la víctima.
Sin embargo, durante más de un año de investigación la fiscalía de homicidios no reunió pruebas contundentes, ni mucho menos científicas, para sostener la acusación contra el hombre, por lo que la fiscal Claudia Ríos pidió su sobreseimiento.
De esta forma, el expediente permanece stand by, sin sospechosos y con serios riesgos de estancarse por un buen tiempo.
El femicidio de Pamela Cuello, estancado y sin sospechosos
Esta semana se realizó una audiencia en el Polo Judicial Penal, donde la magistrada mencionada oficializó su pedido de sobreseimiento para Casanova.
Por cuestiones obvias, la defensa oficial del imputado, a cargo de Silvina González, también adhirió al pedido de la fiscal. Cuando se reanude la audiencia, sin fecha aún, será el turno de la querella y finalmente la jueza Miriam Nuñez tomará una decisión. Es casi un hecho que aceptará el pedido de Ríos.
Eduardo Casanova, imputado por femicidio, está pronto a ser sobreseído.
Fuentes judiciales cercanas a la investigación afirman que, ante esta situación, la causa no tiene una hipótesis definida y por ende también escasean los nuevos sospechosos.
Por esto, los detectives trabajan para hallar pruebas de relevancia que permitan encaminar la pesquisa hacia otra persona.
Los restos estaban incinerados y se cree que los animales de la zona habían comido partes de los mismos. Por eso, Policía Científica extendió los peritajes varias horas, con el objetivo de buscar más material para periciar.
Un mes después, la fiscalía de homicidios puso la lupa en Casanova, un sujeto que tenía múltiples antecedentes por violencia de género y que había mantenido una especie de “relación” con la víctima fatal.