El maullido constante de un gato frente a la puerta puede alterar la tranquilidad de cualquier hogar. Aunque muchos tutores creen que se trata sólo de un capricho, detrás de este comportamiento suelen existir motivos claros. Desde la búsqueda de atención hasta factores médicos, entenderlo es clave para mejorar la relación con nuestras mascotas.
¿Por qué los gatos maúllan en la puerta?
Especialistas en comportamiento felino explican que los gatos adultos maúllan casi exclusivamente a los humanos como forma de comunicación. Cuando tu mascota se ubica en la puerta, generalmente está diciendo: “¡Ábrela!”. Las causas más comunes son la curiosidad por explorar, la necesidad de atención, el deseo de jugar o la espera de comida.
El problema suele agravarse cuando el tutor responde al maullido con caricias, juegos o alimento. Ese refuerzo involuntario enseña al gato que su insistencia funciona. Por eso, la clave está en comprender qué lo motiva y actuar de manera estratégica.
gato en la puerta, mascota
La dificultad de mantener las puertas de la casa cerrada cuando hay un gato en casa
Factores médicos y señales de alerta
No todo maullido responde a la conducta. En algunos casos, el maullido excesivo puede estar asociado a enfermedades como hipertiroidismo, disfunción cognitiva felina o insuficiencia renal, especialmente en gatos mayores. Si el comportamiento aparece de repente, se vuelve inusual o se combina con otros síntomas, lo recomendable es consultar con un veterinario.
Cada gato tiene un lenguaje propio y los tutores aprenden a identificarlo con el tiempo. Un tono agudo puede expresar dolor o miedo, mientras que otros maullidos refieren a necesidades inmediatas, como salir de la habitación o recibir afecto.
Cinco pasos para evitar el maullido insistente
Los expertos sugieren medidas prácticas para reducir este hábito sin dañar el vínculo con tu gato:
Ignorar el refuerzo negativo: evitar gritos o castigos que solo generan ansiedad.
Ofrecer juegos y juguetes: ayudan a canalizar la energía y reducen la insistencia.
Crear espacios seguros: balcones cerrados o áreas “cat friendly” permiten explorar sin riesgos.
Introducir un refuerzo positivo: premiar la calma y asociar la puerta cerrada con experiencias agradables.
Consultar al veterinario: necesario cuando el maullido es persistente o inusual.
gato durmiendo, mascota
Ofrecerle un espacio de juego a tu gato refuerza su sentido de pertenencia en el hogar
El secreto para lograr que tu gato deje de maullar en la puerta está en la paciencia, la observación y la constancia. Al ofrecerle un entorno enriquecido, juegos suficientes y atención de calidad, se reduce la necesidad de llamar la atención de forma excesiva. En última instancia, comprender su lenguaje es parte del vínculo que une a las mascotas con sus tutores./Infobae.