Con la llegada del calor, la jardinería se vuelve una de las actividades favoritas en Mendoza, pero también es la época en que los mosquitos invaden patios, balcones y jardines. Aprender a preparar un repelente casero potente no sólo mejora el confort de tu espacio verde, sino que también protege tu salud y la de tu familia.
Jardinería y mosquito: una combinación que requiere prevención
En la región cuyana, donde las temperaturas aumentan rápidamente en primavera y verano, los mosquitos encuentran condiciones ideales para reproducirse. El Aedes aegypti, transmisor del dengue, puede criar en apenas una tapita con agua. Por eso, mantener los jardines limpios y aplicar repelentes naturales es esencial para prevenir picaduras.
La jardinería no sólo embellece el entorno, sino que también ofrece recursos naturales para protegerlo. La citronela, la albahaca y el eucalipto son aliados naturales contra el mosquito. Estas plantas desprenden aceites aromáticos que actúan como barreras olfativas, dificultando que los insectos detecten nuestra presencia.
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La jardinería también ofrece alternativas eficientes y naturales contra los mosquitos
Cómo preparar un repelente casero muy potente
El secreto está en los aceites esenciales. Para elaborar un repelente natural y efectivo, vas a necesitar ingredientes simples que podés conseguir fácilmente en cualquier herboristería o incluso en tu jardín:
Ingredientes:
15 hojas frescas de citronela o 20 gotas de su aceite esencial
10 gotas de aceite de eucalipto
10 gotas de aceite de lavanda
100 ml de alcohol etílico o de vodka
1 frasco con atomizador
Preparación:
En el frasco, mezclá el alcohol con los aceites esenciales.
Agitá bien para integrar todos los componentes.
Dejá reposar la mezcla durante 24 horas en un lugar fresco y oscuro.
Aplicá sobre la piel o en los ambientes con moderación.
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Este repelente puede usarse tanto en interiores como en exteriores. Su efecto dura entre tres y cuatro horas, y además deja un aroma fresco y agradable en el ambiente.
Adoptar estas prácticas de jardinería ecológica no solo te protege de los mosquitos, sino que también contribuye al cuidado del medio ambiente. Evitar químicos agresivos y aprovechar los recursos naturales es una forma responsable de disfrutar del jardín sin comprometer la salud ni la biodiversidad.