Industria petrolera

YPF instaló el reactor que conmocionó a Mendoza

El reactor de IMPSA de 456 toneladas cuyo traslado conmocionó a Mendoza ya está instalado en el complejo de YPF en Luján de Cuyo.

Por Marcelo López Álvarez

La modernización del Complejo Industrial Luján de Cuyo de YPF alcanzó en las últimas semanas un punto de inflexión con el arribo e instalación de un reactor de gran escala, cuya sola movilización marcó un acontecimiento singular para la provincia de Mendoza.

Se trata de un equipo de 456 toneladas y 38 metros de longitud, fabricado íntegramente por IMPSA bajo estándares internacionales, cuya función será central en el proceso de desulfuración de gasoil dentro de la nueva unidad HDS II.

El reactor, bautizado HG-D-3501, constituye una pieza clave en el proyecto de Nuevas Especificaciones de Combustibles (NEC) que lleva adelante YPF y que ya supera el 85% de ejecución. Su tecnología permitirá reducir la presencia de azufre en el gasoil hasta las 10 partes por millón (ppm), en línea con las regulaciones más estrictas en materia ambiental. La operación se apoya en un proceso catalítico con hidrógeno en condiciones de alta presión y temperatura, lo que asegura eficiencia y confiabilidad en entornos de trabajo exigentes.

Una logística sin precedentes para IMPSA

Más allá de su relevancia técnica, fue el propio traslado del reactor lo que despertó la atención pública y simbolizó la magnitud del desafío. La pieza partió desde la planta de IMPSA en Godoy Cruz y recorrió calles y rutas mendocinas hasta llegar a la refinería en Luján de Cuyo. La maniobra requirió de un operativo conjunto con Vialidad Nacional, la Policía de Mendoza y varios municipios, en una coordinación inédita para la provincia.

El paso del convoy obligó a cortes programados, desvíos de tránsito y el uso de equipamiento especializado capaz de soportar el peso y el volumen del artefacto. Para la población local, el movimiento del reactor se convirtió en una postal insólita: un objeto de dimensiones colosales que, desplazándose lentamente por caminos urbanos y rurales, simbolizaba el encuentro entre la tradición industrial mendocina y las demandas del siglo XXI.

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El reactor instalado en el complejo de YPF en Luján de Cuyo.

El reactor instalado en el complejo de YPF en Luján de Cuyo.

Impacto ambiental y productivo

El reactor no es un fin en sí mismo, sino parte de un esquema más amplio de modernización. El proyecto NEC contempla, además de la unidad HDS II, la instalación de nuevas plantas de hidrógeno y servicios auxiliares, así como la modificación de instalaciones existentes. La finalidad es clara: asegurar que toda la producción de gasoil del complejo mendocino se adecúe a los estándares internacionales de emisiones, garantizando combustibles más limpios y competitivos en el mercado regional.

En términos ambientales, la reducción del azufre representa un avance sustancial en la lucha contra la contaminación. En el plano productivo, la obra incrementará la capacidad de la refinería y asegurará el abastecimiento de Infinia Diesel en todo el país. La magnitud de la inversión -una de las más significativas de las últimas décadas en la industria de la refinación- se complementa con la generación de más de 1.500 empleos directos y con un efecto dinamizador sobre pymes locales vinculadas a la cadena de suministros.

Mendoza como polo tecnológico

El montaje del reactor, previsto para iniciar operaciones en 2026, no solo fortalece la posición del CILC como eje de la producción energética del país, sino que también consolida a Mendoza como un polo industrial con capacidad para sostener proyectos de envergadura global. IMPSA, empresa con una larga trayectoria en la fabricación de equipos de alta complejidad, encuentra en este trabajo una reafirmación de su rol estratégico dentro del entramado industrial argentino.

Las magnitudes de la obra son ilustrativas: 12.500 metros cúbicos de hormigón, 2.700 toneladas de cañerías, 3.000 toneladas de estructuras metálicas y 470 kilómetros de cableado. Cada cifra revela tanto la dimensión del proyecto como la apuesta por la integración de saberes técnicos y la capacidad constructiva en territorio local.

Un símbolo para el futuro energético

El traslado e instalación del reactor HG-D-3501 quedará registrado como un acontecimiento excepcional, tanto por su dificultad técnica como por el simbolismo que encierra. Representa, en igual medida, el compromiso con una producción energética más sustentable, la apuesta por la industria nacional y el esfuerzo coordinado de distintos actores públicos y privados.

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