El empuje del sector minero ubicó a la actividad como uno de los ejes del crecimiento exportador argentino en 2025. En julio, las exportaciones de la minería argentina alcanzaron 438 millones de dólares -el 6,2% del total mensual- y registraron un aumento interanual del 67,3%. Más relevante aún: en los primeros siete meses del año el país anotó un récord histórico en ventas externas del sector, con 3.157 millones de dólares, superando el nivel equivalente de 2011.
Ese dato no es casualidad: detrás del crecimiento asoma una canasta concentrada, dominada por los minerales metalíferos -y en particular por el oro- que explican la mayor parte del dinamismo. El fenómeno plantea, al mismo tiempo, oportunidades para el ingreso de divisas y retos vinculados a la concentración por producto, destino y territorio.
En julio, de los 438 millones de dólares exportados por la minería, 371 millones correspondieron a minerales metalíferos, lo que supone una suba del 76,4% respecto al mismo mes del año anterior. Dentro de ese rubro, el oro fue el principal protagonista: exportaciones por 299 millones (el 68% del total minero del mes), con un alza interanual del 78,4% impulsada por la suba de los precios internacionales. La plata también mostró un avance notable: 62 millones de dólares, con un crecimiento del 64,4%.
La concentración de la oferta mineral se repite en el acumulado anual. En los primeros siete meses, los minerales metalíferos sumaron 2.623 millones de dólares, un incremento interanual del 47,8%. El oro acumula 2.221 millones (el 70% de los metalíferos) y la plata 361 millones (11%). En conjunto, los metalíferos explican el 83,1% de las exportaciones mineras del período, lo que evidencia la elevada dependencia del sector respecto de unos pocos productos.
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La minería argentina rompe record de exportaciones con el oro como tractor.
Concentración de mercados y peso de San Juan
Otro rasgo estructural es la concentración geográfica y por mercados. Cuatro países -Suiza, Estados Unidos, China y Canadá- concentraron en julio el 84% de las exportaciones mineras (370 millones de dólares) y explican el 82% del acumulado (2.577 millones de dólares) en los siete meses. En el caso de los metalíferos, esa concentración alcanza incluso el 86–88% según el período analizado. La dependencia de unos pocos compradores externos expone al sector a variaciones en la demanda y en el ciclo de precios internacionales.
A nivel subnacional, la provincia de San Juan emerge como la principal protagonista. En julio realizó ventas mineras por 107 millones de dólares, una suba interanual de 206,7%; y en el conjunto de los siete meses declaró exportaciones por 1.072 millones, con un crecimiento del 87,6%. La minería pasó a representar cerca del 75% de las exportaciones provinciales en julio y el 86,7% en el acumulado anual, lo que subraya la creciente preeminencia de la actividad en la estructura productiva local. El oro representa el 96,9% de la canasta exportadora sanjuanina, seguido a mucha distancia por cales (2,9%).
Desafíos de sustentabilidad y política económica
Las cifras abren dos lecturas complementarias. Por un lado, el sector minero constituye una fuente relevante de divisas en un contexto económico en que el abastecimiento de moneda extranjera es crítico para la política económica. Los montos récord permiten mejorar flujos comerciales y aportar recursos fiscales y de inversión, en particular en provincias con fuerte presencia minera. Por otro lado, la marcada concentración -por producto (oro), por destinos (Suiza y pocos países) y por provincia (San Juan)- aumenta la vulnerabilidad del país frente a choques de precios o a crisis en mercados específicos.
El factor precios internacionales aparece como motor central. El alza en el valor del oro explicó buena parte de la mejora de los ingresos, tanto en julio como en el acumulado. Pero el condicionante de la dependencia de un commodity hace aconsejable pensar en políticas de diversificación productiva y ahorro público, a fin de reducir la exposición futura.
Minería y sustenntabilidad ambiental
Otro desafío es el vínculo entre desarrollo minero y sustentabilidad socioambiental. El rápido incremento de las exportaciones y la creciente participación de la minería en economías provinciales como la de San Juan intensifican debates sobre permisos, control ambiental, empleo local y distribución de la renta. La gobernanza de la actividad, la transparencia en los contratos y la capacidad de las provincias para capturar valor agregado serán factores determinantes para que el boom exportador se transforme en desarrollo sostenible.
Finalmente, el patrón exportador plantea un dilema para la política económica: aprovechar el flujo de divisas para aliviar tensiones macroeconómicas de corto plazo, sin descuidar la necesidad de instrumentos de mediano plazo que permitan transformar la bonanza en inversión productiva, diversificación y resiliencia ante la volatilidad global.
El récord de 3.157 millones de dólares en los primeros siete meses de 2025 es una señal clara del vigor del sector minero argentino y, muy en particular, del poder de arrastre del oro. Pero ese dinamismo obliga a pensar en políticas e inversiones públicas y estrategias empresarias que mitiguen la concentración, promuevan el valor agregado local y garanticen condiciones de sustentabilidad social y ambiental. Solo así la ola exportadora podrá consolidarse en beneficios duraderos para la economía nacional y sus regiones más afectadas por la minería.