El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer que la inflación de julio de 2025alcanzó el 1,9%, en línea con las proyecciones de los analistas privados y levemente por encima del 1,6% registrado en junio. El dato confirma que, pese a la reciente volatilidad cambiaria, el impacto sobre los precios al consumidor fue acotado.
La suba del dólar no tuvo un correlato inmediato sobre los precios debido a que gran parte de la corrección cambiaria ocurrió en los últimos días de julio, por lo que el impacto debería sentirse de lleno en agosto. No obstante, si se confirma la estabilidad cambiaria de los últimos días, sumado a una actividad económica estancada, un consumo en retroceso y a importaciones que moderan los ajustes de márgenes, es probable que el pase a precios sea menor que en otras depreciaciones.
El movimiento del tipo de cambio generó reacciones dispares entre los sectores económicos. Los supermercados fueron los primeros en actualizar listas de precios, seguidos por ramas industriales como la automotriz. Sin embargo, en varios casos las remarcaciones no se consolidaron, en un contexto de incertidumbre sobre la evolución cambiaria.
El ministro de Economía, Luis Caputo, se refirió al tema en una transmisión por la plataforma Carajo, donde instó a los empresarios a “cambiar el chip” y evitar trasladar de manera automática las fluctuaciones del dólar a los precios. “Venimos de muchos años de una macroeconomía desordenada, con déficit financiado con emisión, lo que derivaba en depreciaciones y, en consecuencia, en inflación. Es necesario acostumbrarse a que no toda volatilidad cambiaria implica aumentos de precios”, confirmando que, a pesar de los discursos, la inflación no es un fenómeno exclusivamente monetario.
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La inflación se ubicó en 1.9% aumentando por segundo mes consecutivo
Proyecciones del Banco Central y expectativas inflacionarias
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, que reúne estimaciones de 31 consultoras, centros de investigación y 10 entidades financieras, había ubicado la inflación de julio en el 1,8% , un decima por debajo de lo informado por el INDEC. Según el relevamiento, el índice se mantendría por debajo del 2% mensual hasta fin de año: entre agosto y octubre se ubicaría en 1,7%, bajaría a 1,5% en noviembre, para luego cerrar diciembre en 1,7%.
La inflación núcleo -que excluye precios regulados y estacionales- se estimó también en 1,8% para julio (finalmente según el INDEC fue de 1.5) y agosto, con una baja a 1,7% hacia fin de año y 1,5% en enero de 2026. De este modo, el objetivo oficial de perforar el 1% mensual quedaría relegado para el próximo año.
En materia cambiaria, las proyecciones del REM ubicaron el tipo de cambio promedio de agosto en $1.315 por dólar, mientras que el grupo de consultoras con mayor precisión histórica estimó un promedio de $1.304. Para diciembre, la expectativa es de $1.405, lo que implicaría una variación interanual del 37,6%.
Inflación: Primeras señales de agosto
La primera semana de agosto trajo indicios de una aceleración inflacionaria. Según LCG, los alimentos subieron 2% en ese período, revirtiendo la tendencia descendente de las cuatro semanas previas. Estimaciones preliminares ubican la inflación de agosto en torno al 2%, aunque el número final dependerá de la evolución del tipo de cambio y de la capacidad del Gobierno para contener remarcaciones.
En este escenario, el desempeño de la inflación en el segundo semestre dependerá de factores clave: la estabilidad cambiaria, el nivel de actividad y el comportamiento de las importaciones. Mientras tanto, los precios continúan en una meseta cercana al 2% mensual, un piso que la política económica aún no logra perforar.