5 de noviembre de 2025
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Argentina en la Guerra del Dólar: Washington acelera la dolarización para frenar a los BRICS

Washington acelera la exportación del dólar a economías vulnerables, Argentina asoma como el primer caso de un plan ambicioso de dolarización.

Por Marcelo López Álvarez

En agosto de este año en Washington, una quincena de funcionarios del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca escuchó a Steve Hanke, profesor de Johns Hopkins University y referente en procesos de dolarización.

Según cuenta Financial Times, no era una reunión más. El equipo de Trump lo convocó para trazar una hoja de ruta que, según las fuentes recabadas por la prensa de la Casa Blanca, podría reordenar el tablero monetario internacional. La propuesta: promover la adopción del dólar en países en crisis, comenzando por Argentina y siguiendo por Líbano, Pakistán, Ghana, Turquía, Egipto, Venezuela y Zimbabue.

El objetivo del trumpismo va más allá de lo económico: es una movida geopolítica para contener el impulso de China y el avance de los BRICS en su campaña de desdolarización.

Los datos alimentan la inquietud de Washington. Según el FMI, la porción del dólar en las reservas globales cayó de 59,18% en el tercer trimestre de 2023 a 57,39% un año después, su nivel más bajo en tres décadas. Aunque sigue presente en el 88% de las transacciones cambiarias, su hegemonía muestra fisuras. Las sanciones financieras -tras la invasión rusa a Ucrania y la expulsión de bancos de SWIFT- aceleran una tendencia que muchos ven como irreversible.

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Milei y Trump con pulgares arriba. ¿También le darán el ok a la prueba de dolarización en Argentina?

Milei y Trump con pulgares arriba. ¿También le darán el ok a la prueba de dolarización en Argentina?

Argentina como caso testigo

Mientras tanto, los BRICS mueven fichas. Impulsan sistemas de pago alternativos como BRICS Pay y la plataforma blockchain mBridge , que conecta bancos centrales para operar en monedas locales. Rusia y China comercian en yuanes; India compra petróleo ruso sin pasar por el dólar. Si Arabia Saudita se suma formalmente, el golpe al petrodólar -pilar del sistema desde 1973- sería profundo.

Frente a eso, la dolarización aparece como contraataque. La lógica es directa: si algunos países se alejan del dólar, asegurar que otros lo adopten por completo. Argentina, con una historia de desconfianza en su moneda y un presidente que prometió la dolarización como emblema de campaña, es el terreno de prueba. Entre agosto y septiembre de 2025, el equipo de Hanke dictó “seminarios de posgrado” sobre cómo implementar la medida y delineó un plan con apoyo financiero de EE. UU. La línea de swap por 20.000 millones de dólares anunciada en septiembre, presentación como asistencia técnica, encaja en ese esquema junto con la inédita “compra de pesos” por parte del Tesoro de Estados Unidos.

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Steve Hanke, el economista convocado por Trump para diseñar la dolarización de los países aliados.

Steve Hanke, el economista convocado por Trump para diseñar la dolarización de los países aliados.

Objeciones y riesgos de la dolarización

El plan, sin embargo, enfrenta objeciones. El FMI, principal acreedor de Argentina, advierte que dolarizar podría anclar un crecimiento bajo y quitar herramientas para enfrentar la crisis. Los casos de Ecuador (2000) y El Salvador (2001) dejan un saldo mixto: inflación controlada, pero mayor rigidez y dependencia de las decisiones de la Reserva Federal. Además, dolarizar exige reservas en dólares para canjear toda la moneda local, algo difícil sin respaldo masivo externo en un país con arcas exhaustas.

Dimensión geopolítica y países en la mira

La jugada también es geopolítica. Al promover la dolarización en países clave, Washington busca aumentar la demanda de su moneda y consolidar alianzas en áreas donde China avanza con obras y créditos. Venezuela vive una dolarización de facto que EE.UU. UU. observa con atención. Zimbabue, Líbano y Pakistán, en crisis profundas, podrían verse tentados por la promesa de estabilidad, aun a costo de renunciar a la soberanía monetaria.

Todo esto ocurre mientras EE.UU. UU. lidia con sus propios desafíos: deuda pública por encima del 120% del PBI e inflación persistente. Los BRICS no buscan destronar al dólar de un día para otro, sino construir un mundo más multipolar, con más uso de monedas locales y acuerdos bilaterales. Las cumbres de Kazán 2024 y la próxima en Río 2025 pusieron el tema en el centro del debate.

Nada nuevo bajo el dólar

La idea de dolarizar que Hanke hoy explica en la Casa Blanca no es nueva. Ya hace 26 años (mayo de 1999) el economista, que hoy tiene 82 años, junto a su colega Kurt Schuler presentaron el trabajo Una Propuesta de Dolarización para Argentinaque aún hoy se puede encontrar en la web del Ministerio de Economía argentino.

En plena convertibilidad aseguraban que "Argentina está ya dolarizada en una forma no oficial o aun en un sentido semioficial. Las reservas en dólares de la banca argentina superan las reservas en pesos, se conceden préstamos en dólares, y tanto el peso como el dólar son de curso legal. Al hablar de dolarización en este estudio, se quiere decir dolarización total y completa. Bajo la dolarización oficial, se reemplazan todos los billetes y monedas por dólares y todos los activos, pasivos y precios en pesos se convertirían a dólares al cambio actual”.

Hoy las reservas que proclama Hanke en aquel trabajo no existen, allí entraría a jugar su juego Estados Unidos con Trump en papel del Tío Rico de Disney contando y entregando los dólares a los países que se adaptan al nuevo esquema monetario internacional soñado.

La apuesta de Trump combina audacia y necesidad. Reconoce que el orden de Bretton Woods ya no se sostiene por inercia: la hegemonía monetaria debe renovarse o ceder. En el ajedrez global, Argentina podría ser el peón de las blancas que comience una partida que puede llevar a muchos países a ser siempre precisamente peones.

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