Pese a la presión interna, el concejal de Guaymallén que conducía ebrio se aferra a su banca
Miqueas Burgoa fue interpelado por sus compañeros de bloque, pero adujo ser víctima de una “operación mediática” y se negó a renunciar. El intendente reclama su salida.
El concejal guaymallino se mantiene en el cargo, pese a las presiones internas y externas
El escándalo que rodea al concejal de Guaymallén Miqueas Burgoa, quien el pasado fin de semana dio positivo en un control de alcoholemia en General Alvear, no tuvo un cierre este martes, como se esperaba. El edil radical se reunió con sus compañeros de bancada y confirmó que no presentará la renuncia.
Si bien varios de sus pares le sugirieron que la mejor decisión sería dimitir, el dirigente de 34 años aseguró que es víctima “de la mala suerte” y de una “operación mediática”, según relataron a Sitio Andino fuentes partidarias del departamento.
Lo cierto es que en el bloque oficialista hay posiciones cruzadas, producto de la interna entre quienes responden políticamente al intendente Marcos Calvente y aquellos que rinden cuentas a su antecesor, Marcelino Iglesias.
Los primeros están dispuestos a avanzar junto a la oposición en la destitución de Burgoa, que requiere el aval de dos tercios del cuerpo (ocho concejales), según lo establece la Ley 1.079 Orgánica de Municipalidades. El otro sector duda en acompañar esa medida.
El representante del Partido Justicialista, José “Pepe” Pozzoli ya presentó el proyecto para solicitar la remoción del edil radical. Sin embargo –por razones vinculadas a los tiempos parlamentarios–, no podría ser tratado en la sesión del próximo jueves, ya que no ingresó en los asuntos entrados. Se pospondría para la semana siguiente.
¡Exigimos la remoción inmediata del concejal Miqueas Burgoa!
Hoy presenté un pedido formal de remoción ante el HCDG para Miqueas Burgoa, luego de su detención por conducir alcoholizado, sin documentación y resistirse al arresto. pic.twitter.com/ESa77BS7fN
La situación genera incomodidad en el Ejecutivo municipal. Calvente reclamó públicamente la dimisión a Burgoa. También lo hizo en privado a la presidenta del Concejo Deliberante, Verónica Cancela.
“Si fuese un funcionario del Ejecutivo, yo le pediría la renuncia”, señaló el jefe comunal en conferencia de prensa. “Es una persona que representa al pueblo, y para no vulnerar ese voto de confianza dado por los vecinos, debería reflexionar y dar un paso al costado”, evaluó.
Embed - “EN EL EJECUTIVO, YO LE HUBIERA PEDIDO LA RENUNCIA”
Más allá de la presentación judicial, el Intendente considera que la situación debe resolverse en el seno del Concejo cuanto antes y dar vuelta la página. Entiende que el episodio ha desviado la atención y puede ensuciar el proceso electoral que se avecina, en el que Cambia Mendoza tiene la difícil tarea de retener las cinco bancas que obtuvo en 2021.
“Necesitamos volver a la normalidad para poder tratar varios proyectos de ordenanza que trazan la gestión que queremos”, indicaron a este medio desde el entorno de Calvente.
Por el momento, Burgoa (uno de los cinco a los que se les vence el mandato en el próximo recambio parlamentario) se aferra a su banca y resiste una salida, pese a las presiones internas y externas.
El hecho por el que piden la renuncia de Miqueas Burgoa
Luego de ese evento, asistió a un boliche de Bowen junto a un exfuncionario de la Municipalidad. Según se informó desde la Policía Vial, Burgoa habría cruzado un semáforo en rojo y fue detectado por efectivos, que lo detuvieron para pedirle su documentación. Pero el edil en cuestión no llevaba su licencia de conducir —ni física ni digital—. Además, se le realizó el test de alcoholemia, que arrojó positivo: más de 1,25 gramos en sangre (lo permitido es 0,5).
Burgoa fue demorado en la comisaría 46ª de Bowen hasta el mediodía del sábado.