Detenida en Lavalle

"Ludmi", la devota de San La Muerte que ofrendaba su sangre tras los robos

La sospechosa, de 30 años y trabajadora sexual, cayó tras asaltar a un taxista cuando se dirigía a la casa de un cliente. Se cortaba las muñecas tras cada robo.

Por Hernán Adrover

"Ludmi" tiene 30 años, es oriunda de Guaymallén y quedó detenida en los últimos días luego asaltar a un taxista que la llevó hasta la casa de un hombre de Lavalle. La sospechosa, que es trabajadora sexual, tiene antecedentes por robos a otros clientes y es devota de San La Muerte, es decir, del santo que es venerado, generalmente, por personas de clases sociales vulnerables y que invocan para su protección. La sospechosa, luego de los robos, se cortaba la zona de las muñecas y usaba su sangre como ofrenda al santo luego de cada robo que cometía.

Todo comenzó con un viaje en taxi. El martes 21, un taxista fue solicitado hasta un domicilio de calle Montecaseros de Ciudad. Una mujer apareció en la escena y se subió al vehículo. Le dijo al chofer que tenía que ir hasta Jocolí, departamento de Lavalle.

Luego de varios minutos de viaje, el conductor llegó hasta el barrio La Colmena, ubicado en Jocolí Viejo. Era de noche y, una vez que detuvo al taxi, sintió que le picaba el hombre izquierdo. Era un elemento punzante que la pasajera le colocó para amenazarlo y robarle las pertenencias.

De esa manera le sustrajo un maletín símil cuero, un celular Samsung A20 y una billetera tipo tarjetero. Con esos elementos se bajó y escapó, aprovechando que esa zona está "media escondida" y se dirigió hasta un domicilio, donde lo esperaba un cliente "frecuente" que tiene en esa localidad.

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El taxista escapó y se dirigió hasta inmediaciones de la ruta 34, donde observó a unos policías y les pidió ayuda. Con los efectivos de la Comisaría 17° y de la Unidad Investigativa de Lavalle llegaron hasta el domicilio donde estaría la sospechosa.

Una vez que marcaron el domicilio, se pidió un allanamiento y los efectivos entraron a la vivienda y recuperaron todos los bienes que le sustrajeron al trabajador. Pero además, también cayó la mujer, a la cual identificaron como "Ludmi". Una vez que la identificaron, supieron que tenía antecedentes previos por otros robos similares y que era una trabajadora sexual.

"Ludmi", explicaron que tiene domicilio en calle Espejo de Dorrego, en Guaymallén y que visitaba con frecuencia a un cliente en Lavalle. Cuando abordaba los taxis, aprovechaba la soledad del lugar en Jocolí y los asaltaba bajo la misma modalidad.

También detallaron que la sospechosa es devota de San La Muerte, el santo no relacionado a creencias religiosas que es admirado y seguido por personas vulnerables de la sociedad. La manera de adorarlos es a través de amuletos, tatuajes u ofrendas que le ofrecen sus fieles.

En este caso, según relataron las fuentes, "Ludmi" tiene diferentes marcas de heridas en sus brazos. Esto, según contó la propia detenida, era porque se realizaba cortes con un arma blanca en sus brazos, cerca de las muñecas, para ofrecer su sangre al santo a cambio de protección y a modo de agradecimiento luego de cada asalto que cometía.

"Cuando se la mandaba le ofrecía su sangre a San La Muere", explicaron las fuentes. Por ese motivo se veían las laceraciones en las partes de su cuerpo. La sospechosa de los robos fue trasladada de inmediato hasta la Comisaría 17°, donde quedó detenida y a disposición de la Oficina Fiscal N°7 de Lavalle.

Ahora esperaban por sus antecedentes y su vinculación en otros robo que sucedieron en esa misma zona y bajo la misma modalidad en ese departamento o en otros. Esto para saber a cuántas causas la vinculan y así imputarla. informaron que también tenía causas anteriores por lesiones y robos a otros clientes.

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