La causa que investiga el brutal asesinato de Luziano Moreno (30) en el barrio Bombal suma pruebas y en las últimas horas se incorporaron al expediente una serie de audios que complican más aún al imputado, Pablo Rivas (27).
La causa que investiga el brutal asesinato de Luziano Moreno (30) en el barrio Bombal suma pruebas y en las últimas horas se incorporaron al expediente una serie de audios que complican más aún al imputado, Pablo Rivas (27).
Se trata de una conversación que mantuvo la víctima con el amigo suyo que lo contactó con Rivas para la compra de 22.000 dólares.
Entre las 13.40 y las 13.59, Moreno recibió audios de su amigo, quien le consultaba si "todo estaba bien". Allí la víctima responde que "está todo ok, esperando a la hermana de Pablo que va a traer los dólares".
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El último audio registrado es a las 13.59, donde Moreno indica que "la hermana de Pablo está viniendo del banco, donde fue a buscar los dólares".
Esta información es de suma importancia para la fiscal, pues Rivas tiene una sola hermana y vive en Europa, por lo que se cree que el acusado le mintió en ese momento a Moreno.
A esto se le suma que dicha conversación se da unos quince minutos antes del ataque. Esto se desprende del testimonio de los vecinos, analizando que a las 14.13 ingresó el primer llamado al 911 informando que "una persona estaba apuñalando a otra" en calle Suárez del barrio Bombal.

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Con esto, los investigadores refuerzan la hipótesis que Rivas quiso robar los $4 millones que Moreno llevaba en su mochila para comprar dólares.
La hipótesis que sostiene que Rivas planeó el crimen de Moreno.
En este sentido, una persona que hacía transacciones de este estilo periódicamente con Rivas, declaró esta semana que los cambios de divisas se hacían "siempre" en la casa del sospechoso, en calle Fader de Godoy Cruz.
Pero al encontrarse con Moreno, Rivas no quiso que la reunión fuera en su vivienda y prefirió ir a un lugar público. Esto sorprendió a los sabuesos.
También se analizan algunos comportamientos que había tenido el sospechoso en los días previos. Es que Rivas les había dado todas sus claves personales a sus allegados "por si le pasaba algo". En tanto que también se habla de algunas deudas que mantenía.
La víctima tenía 30 años y en octubre se iba a vivir a Europa con su novia.
El pasado lunes, la fiscal Claudia Ríos pidió fecha para la audiencia de prisión preventiva, donde intentará que Rivas quede bajo esa medida cautelar mientras avance el proceso en su contra. La calificación será por "homicidio criminis causa", es decir, matar para ocultar un delito, en este caso el intento de robo de los $4 millones.
Rivas sigue detenido en la penitenciaría provincial y en las últimas horas trascendió que su abogado defensor, Alejandro Cazabán, pidió su traslado a un complejo destinado para ex funcionarios.
Este funciona en el módulo 6B del penal de San Felipe, donde están presos acusados por delitos de lesa humanidad, policías o ex funcionarios. El objetivo del requerimiento es por "seguridad" del imputado.
Las pruebas que faltan
Los pesquisas esperan que en los próximos días lleguen las filmaciones de todas las cámaras de seguridad solicitadas. Con esto, se podrá reconstruir el trayecto realizado por Rivas a bordo del auto de la víctima, desde calle Suárez -donde ocurrió el ataque- hasta la calle Segundo Sombra de Godoy Cruz, donde fue detenido con el cadáver a su lado.
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Pero además, los sabuesos solicitaron un informe de geo posicionamiento de los celulares de la víctima y sospechoso.
Además, la UNCuyo está analizando el líquido hallado entre las pertenencias de Rivas, el cual se cree que es combustible. Esa pericia finalizará en breve.
De esta forma, la causa se encamina a una investigación por un crimen durante un robo fallido. Detrás de ese móvil se investigan los motivos que podría haber generado ese intento de robo, aunque en ese punto hay más dudas que certezas.
