Las plantas de anturio se han vuelto protagonistas en hogares y oficinas de Mendoza por su brillo tropical y sus flores intensas, conocidas como "flor de flamenco”. Aunque parecen delicadas, son especies resistentes si se entienden sus necesidades básicas. Con pequeños ajustes de luz, riego y humedad, esta planta crece vigorosa y llena de color todo el año.
Jardinería y plantas: iluminación y humedad
Para que el anturio crezca sano, lo primero es la ubicación. Necesita luz brillante pero indirecta, ya que el sol directo puede quemar sus hojas y deslucir sus flores. En Mendoza, donde la luz es fuerte, conviene colocarlo cerca de una ventana filtrada con cortina fina.
La humedad es otro punto clave: el anturio es de origen tropical y agradece ambientes húmedos. Podés aumentar la humedad agrupándolo con otras plantas, pulverizando sus hojas con agua sin cal o utilizando bandejas con piedras húmedas. Además, mantenerlo lejos de calefactores y corrientes de aire frío es fundamental. Las temperaturas ideales rondan entre 20 y 25°C, evitando cambios bruscos que estresen a la planta.
anturio de muchos colores, flor, jardinería
Existen múltiples variedades de planta "flor de flamenco"
Riego y sustrato: el equilibrio justo
Uno de los errores más comunes es el exceso de riego. El anturio prefiere un sustrato apenas húmedo, nunca encharcado. En verano, se recomienda regar dos o tres veces por semana, dejando que la capa superior del sustrato se seque entre riegos. En invierno, basta con una vez por semana. Siempre asegurate de que la maceta tenga buen drenaje.
El sustrato ideal es aireado, con buen contenido de materia orgánica. Una mezcla recomendada es:
50% turba o tierra de interior
30% corteza o fibra de coco
20% perlita o arena gruesa
Esto evitará la compactación y la pudrición de raíces, uno de los problemas más frecuentes. Esto evitará la compactación y la pudrición de raíces, uno de los problemas más frecuentes.
anturio blanco, flor, jardinería
La planta de anturio o flor de flamenco aunque parece complicada, todo es cuestión de luz y agua
Consejos para estimular la floración
Para que el anturio florezca con constancia, necesita nutrientes. Fertilizar es clave durante primavera y verano, cada 15 días, usando un fertilizante líquido para plantas de interior rico en potasio. Si tu planta dejó de florecer, puede estar pidiendo un trasplante: cada dos años conviene renovar sustrato y elegir una maceta apenas más grande. También es importante retirar las flores marchitas: esto permite que la planta concentre energía en generar nuevas brácteas en lugar de sostener las que ya completaron su ciclo.
El anturio es una especie agradecida: con cuidados simples pero constantes, ofrece color, brillo y elegancia en cualquier rincón. Controlar la luz, la humedad y el riego es la clave para disfrutarlo sano y florido durante todo el año. Ideal para quienes aman las plantas y desean un toque tropical en casa.