Viajar por Argentina o cruzar a Chile requiere algo más que ganas y combustible. Documentación, seguros obligatorios, coberturas médicas y revisiones del vehículo son claves para evitar imprevistos. En esta columna, Edgardo Juchniuk brinda respuestas claves para salir a la ruta con previsión y tranquilidad.
¿Qué necesito si viajo a Chile en auto?
Edgardo Juchniuk (EJ): Si vamos a Chile, lo principal es tener la tarjeta verde, y todo lo relacionado al seguro y la documentación del vehículo. Si el auto no es tuyo, tiene que haber una autorización de manejo. Además, hay que hacer las revisiones técnicas necesarias para ir tranquilo.
¿Qué seguros son obligatorios a la hora de cruzar la frontera?
EJ: Tanto la Argentina como Chile obligan, por un bien común, a tener ciertas coberturas. En el país tenemos la Responsabilidad Civil Obligatoria (RCO).
Cuando nosotros vamos a Chile, tenemos que contratar los se denomina SOAPEX, es decir, el Seguro Obligatorio de Accidentes Personales causados por vehículos motorizados con matrícula extranjera. Este se puede contratar por internet, directamente a través de la página oficial o, lo más recomendable, en una compañía de seguros chilena.
El costo por 15 días, aproximadamente, es de 12 dólares y cubre 300 UF, que son alrededor de 12 millones de pesos. Es una gran ayuda.
¿Conviene contratar asistencia al viajero internacional?
Eso no hay que minimizarlo. Te llega a pasar algo y te vas a acordar toda la vida. Tiene que ser prestacional, no por reintegro. Y hay que preguntar exclusiones y limitaciones, embarazadas, enfermedades preexistentes, cruceros.
¿Y para viajar dentro de la Argentina?
EJ: Lo de siempre: documentación, RTO vigente, no solo por la multa sino para saber que el vehículo está en condiciones. El seguro puede no rechazarte un siniestro, pero el contrato dice que el vehículo debe cumplir la normativa.
¿Qué pasa si viajo en colectivo dentro del país?
EJ: No es necesario un seguro en particular, pero asegurate que tu obra social o prepaga te cubra en otro lugar. Hay seguros de asistencia al viajero a partir de los 100 km del lugar de residencia. Una gastritis, una otitis, una urgencia odontológica… todo puede pasar. Viajar tranquilo es eso.