Una intendenta enfrenta amenazas de muerte después de despedir a 2.500 empleados
Rossana Chahla, intendenta tucumana de San Miguel de Tucumán, denuncia amenazas de muerte tras desvincular a 2.500 empleados. Sospecha de un golpe institucional.
Una intendenta enfrenta amenazas de muerte después de despedir 2500 empleados
La intendenta de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla, se encuentra en medio de una tormenta política y social. Tras despedir a 2.500 empleados "irregulares", denunció amenazas de muerte y apuntó directamente a la oposición por instigar un "golpe institucional".
Chahla explicó que estos empleados fueron ingresados de manera irregular en los meses previos a su asunción el 29 de octubre, acusando a ex funcionarios, legisladores y concejales opositores de incitar a la violencia. La intendenta, vinculada al candidato Luis Manzur, asumió con el 44,03% de los votos en junio.
Rossana Chahla junto a Juan Manzur y Osvaldo Jaldo, ex gobernador y actual mandatario provincial de la provincia de Tucumán respectivamente | Una intendenta enfrenta amenazas de muerte después de despedir 2500 empleados
En una conferencia de prensa, Chahla afirmó: "Quieren dar un golpe institucional. Desde el sábado hay una especie de modus operandi con reuniones varias". Además, denunció amenazas de muerte recibidas a través de WhatsApp y ataques con bombas de estruendo.
La crisis se desató tras la decisión de Chahla de dejar sin efecto las designaciones de personal realizadas entre mayo y octubre por la gestión anterior, argumentando que ingresaron "de manera irregular". La oposición protestó, y los incidentes en la Municipalidad de San Miguel de Tucumán llevaron al secretario de Gobierno a afirmar: "Empleado que no trabaja, empleado que no cobra".
La intendenta alertó sobre el riesgo de violencia: "Si con esta violencia termina alguien herido o hay algún muerto, voy a responsabilizar a estas personas que instan a la violencia". También destacó la irresponsabilidad en la ampliación de la planta municipal sin ajustar el presupuesto.
En medio de la tensión, Chahla enfatizó: "No estoy 'sacando gente para poner a los míos', sino que quiero ser justa con los que estuvieron en la calle solucionando problemas". La situación se torna más compleja, y la intendenta se enfrenta no solo a la batalla administrativa, sino a un escenario político donde las amenazas y la acusación de golpe institucional tiñen la realidad tucumana./Infobae.