La partida del intendente lavallino Roberto Righi a La Unión Mendocina era esperada y, en los próximos días, también habrá nuevas fugas hacia el frente que comanda Omar De Marchi.
Luego de que el intendente lavallino Roberto Righi decidiera irse a La Unión Mendocina, habrá más salidas del Frente Elegí por una posible debacle electoral.
La partida del intendente lavallino Roberto Righi a La Unión Mendocina era esperada y, en los próximos días, también habrá nuevas fugas hacia el frente que comanda Omar De Marchi.
El jefe comunal del departamento norteño no había participado activamente del armado electoral para las elecciones provinciales. Además, su candidato local perdió la interna y quedó sin peso propio dentro de la estructura partidaria, nombrada para estos comicios como Frente Elegí.
A expensas de las últimas encuestas, los 16 puntos que sacó el espacio en las primarias no serían ya un piso, sino un techo. Algunos sondeos ubican al peronismo en torno a los 9 puntos, lo que generaría, además de una debacle electoral, una reestructuración del escenario político en Mendoza.
Es que, si los números de las consultoras se ratifican, el PJ no lograría hacer ingresar concejales en algunas localidades ni legisladores/as en ciertas secciones. "Hasta se corre el riesgo de quedar cuartos en alguna parte", sostuvo un dirigente peronista a este diario.
El replanteo de una parte del justicialismo mendocino se incrementó en los últimos días y, ante el crecimiento en las encuestas de la opción "anticornejista" más competitiva, La Unión Mendocina, varios líderes peronistas ya armaron las valijas y anunciarán en breve su pase.
Algunos estudios de opinión realizados durante la semana post PASO nacionales ubicaron a la coalición multipartidaria de De Marchi a dos puntos de Cambia Mendoza. Para la volatilidad de estas cifras y el margen de error habitual, se trataría de un empate técnico.
La discusión interna no solo alcanza el horizonte electoral, sino que se traslada al armado de un nuevo dispositivo político para después de diciembre de este año. El llamado del gobernador elector de Córdoba, Martín Llaryora, a construir "un país más federal" sin recibir órdenes de los "pituquitos de Recoleta" también generó conversaciones entre la dirigencia local con los de la provincia del centro de Argentina para avanzar en ese sentido.
Luego de la salida de Righi, los ojos se posaron en un intendente que mantiene muy buena relación con De Marchi, el maipucino Matías Stevanato. Los contextos son diferentes, por lo que una noticia similar no se dará hasta que pasen las generales municipales. El jefe comunal está cerca de lograr la reelección en su departamento y sus equipos ya recibieron la orden de trabajar primero en esa fecha comicial. A partir del 4 de septiembre, será el turno del análisis político a nivel provincial.