Finalmente, pasada la medianoche del domingo el Ministerio de Economía dio a conocer algunos datos del presupuesto 2025, esos que nunca dio a conocer Javier Milei en su desarticulado y reiterativo discurso en el recinto semivacío de Diputados.
Javier Milei habló en el recinto de Diputados. Los números del presupuesto que no cierran y la crisis de audiencia.
Finalmente, pasada la medianoche del domingo el Ministerio de Economía dio a conocer algunos datos del presupuesto 2025, esos que nunca dio a conocer Javier Milei en su desarticulado y reiterativo discurso en el recinto semivacío de Diputados.
Ayer se confirmó que el mandatario propuso su “cepo al Estado” y ajuste perpetuo no solo con poco público en el recinto y muy poco detrás las pantallas de la televisión, las computadoras y los smartphones, Pero no solo eso también se derrumbó en su principal escenario, las redes sociales.
La consultora AdHoc especialista en la medición de menciones e interacciones en las redes sociales, confirmó un fuerte retroceso en las menciones de Javier Milei en el espacio virtual a lo largo de 3 hitos de su gestión: la asunción de espaldas al Congreso, la apertura de las sesiones ordinarias el 1 de marzo y la pseudo presentación del proyecto de presupuesto para el próximo año en la noche del domingo.
El registro de la consultora muestra ese recorrido (que agregó combustible a la crisis comunicacional del Gobierno) El 10 de diciembre de 2023 día que tomó la conducción del país, las menciones al presidente en las redes acumularon -en 24 horas- 1,6 millones. El primero de marzo, el rating televisivo le fue harto favorable con cerca de 50 puntos entre aire y cable pero las menciones se redujeron a la mitad, 750 mil.
El domingo por la noche no solo se apagaron los televisores sino también las redes. En 24 horas acumuló 211 mil menciones, menos del 50% de lo conseguido en la Asamblea Legislativa.
El mandatario fantaseó que la ley de leyes para el año próximo "va a cambiar para siempre la historia de nuestro país" y que el proyecto sería "diametralmente distinto a lo que nos tienen acostumbrados" y "el más radicalmente distinto de nuestra historia".
Conocido el primer paper que dejó trascender Economía,una vez más las palabras dichas por Javier Milei fueron tapadas con tierra.
El presupuesto (al igual que todos los de las “casta”) subestima la inflación y el valor del dólar, la vieja treta para que la recaudación exceda lo presupuestado y tener libre disponibilidad de esos recursos. Más “casta” no se consigue.
Según lo informado por Economía el PIB se proyecta con una suba de 5 puntos para 2025. y prevé que continúe un crecimiento sostenido en los años siguientes (+5,0% en 2026 y +5,5% en 2027).
Cuando los ministros lleguen a la Comisión de Presupuesto deberían verse en figurillas para explicar cómo calcularon el crecimiento de la economía para 2025. Es cierto que puede existir un rebote modesto (muy modesto) para el próximo año después de los guarismos de 2023. Pero, en la mesa de arena, con el plan que trazó el domingo el Presidente no existe posibilidad alguna que la economía crezca a ese ritmo en el próximo año.
De lo que se mostró desde el Ministerio de Economía también se desprenden dos datos que contradicen el discurso de Javier Milei.
El primero: No se contempla ninguna reducción de impuestos excepto el fin del Impuesto PAIS que ya está reglado en la ley que lo creó. Pero sigue el impuesto a los débitos y créditos bancarios, se proyecta un 100 por ciento del aumento de la recaudación por derechos de exportación y del 50 de los de importación y así con todos los impuestos que administra el Estado Nacional.
Además, prevé un aumento de los beneficios en algunos regímenes, casualmente los vinculados a los principales amigos y defensores del presidente, como la tecnología.
El segundo punto; El presupuesto es netamente inflacionario, desaparecen absolutamente todos los subsidios que son llevados a cero. De esta manera el aumento de tarifas, transporte etcétera, tendría una fuertísima afectación en la inflación como quedó demostrado el último mes en que el principal combustible del IPC fueron precisamente los precios regulados.
Es notable en el discurso del Presidente, y de todo el Gobierno, la ausencia de toda mención a las políticas de ingresos o de recuperación industrial que son fundamentales para el crecimiento de la economía.
Para un presidente economista suena por lo menos extraño que los rasgos elementales para que una economía funcione estén siempre ausentes de su discurso y que en su hoja de ruta en el gobierno no figure ni un dato de cómo llevará a cabo sus ideas de crecimiento para parecernos a ya no se sabe quién.