Desaparición en San Rafael

Caso Zulema Chávez: las hipótesis que investiga el fiscal

Silvia Zulema Chávez (72) lleva cuatro meses desaparecida y no se sabe nada sobre su paradero. Creen que sufrió una muerte violenta. Las pruebas y el detenido.

Por Cristian Pérez Barceló

Nadie sabe dónde está ni qué le pasó a Silvia Zulema Chávez, una enfermera jubilada, que con 73 años, diabética insulinodependiente, y que vivía sola pero con dos inquilinos que intentó desalojar del fondo de su casa porque les tenía miedo. El fiscal que investiga el caso, Javier Giaroli, dijo que es “uno de los más complicados que me ha tocado intervenir en mi carrera; desconcertante, toda vez que reviste dificultades muy particulares del caso”.

La primera dificultad que se le presentó fue que “la noticia de su desaparición nos llega 104 días después, es decir tres y medio después de su fecha probable de muerte”. La segunda, “que en este momento de la investigación, todo el mundo es sospechoso de haber participado criminalmente de su muerte, si bien existen sospechas más marcadas respecto a la persona que está detenida, su inquilino, acusado de su homicidio”

Y a esto debemos sumar la dificultad de que aún no hemos encontrado el cuerpo de la señora como para poder corroborar que ha sido víctima de un homicidio y por lo tanto la hipótesis que esté viva, si bien es poco probable no ha sido descartada, y se sigue indagando en ese sentido”, dijo Giaroli a modo de presentación de sus teorías.

La primera vez que toman conocimiento en el Ministerio Público Fiscal acerca de esta desaparición fue “la noche del 1 de noviembre con una persona que se acerca a la comisaría octava a preguntar si hay novedades sobre el paradero de la señora Chávez, teniendo entendido que sí había una denuncia al respecto. Y al comprobar que no había ninguna denuncia por paradero, me comunico por teléfono con la ayudante fiscal (María José Jalil) y se activaron todas las alertas”.

Se arrestó por un momento a la hermana, que es la persona que supuestamente iba a encargarse de hacer la denuncia, que no se hizo y se le secuestró su dispositivo celular.

“Todas las sospechan iban dirigidas hacia esta hermana, por esta actitud de haber mentido, haber aducido que había hecho una denuncia por paradero y no la había hecho. A ello se agrega que había ingresado al domicilio de la víctima, había contaminando la escena del crimen limpiando y descartando muchos elementos de interés para la causa y porque existía una disputa entre ambas hermanas por la sucesión de esa vivienda, específicamente, y en caso de pasarle algo a la señora Chávez, la hermana era la única heredera”, justificó el fiscal.

Pero, casi al mismo tiempo, surgieron sospechas con una ex pareja de la señora Chávez, con la cual estaba casada y separada de hecho; toda vez que existe “un historial de violencia de ella para con él, por muchos testigos que lo han acreditado, incluso episodios de golpes; y esta persona al estar casada y no divorciada, se hace acreedora a una pensión de viudez”.

Silvia Zulema Chávez, paradero, San Rafael.webp

Al estar averiguando eso, el fiscal dio con una abogada que “agregó una información nueva que fue muy valiosa. Y era que los últimos contactos que tuvo con la señora Chávez y que ocupaban su atención, era el desalojo de unos inquilinos que tenía en su departamento”.

“Se ha podido reconstruir que estos inquilinos comenzaron a vivir en un departamento que tenían en el fondo, el día 13 de junio de 2022. Esto se corrobora con una llamada que ella hace al 911 donde da esa fecha; y que la situación se había tornado muy violenta con estos inquilinos, les tenía mucho miedo. Y que incluso había acordado con este inquilino devolverle el dinero que le había pagado, con tal de que se fuera del departamento”, repasó Giaroli.

El motivo de queja con estos inquilinos era no sólo la violencia hacia ella, es decir, “malos tratos, insultos; sino que era una junta de personas permanente, muchas personas en el departamento, asado, música alta”.

Finalmente, los inquilinos dejaron el departamento, pero “al menos dos personas han dicho que los inquilinos se van con posterioridad a que la dejaron de ver a la señora Chávez, una señora que barría todos los días su vereda, y un tercer testigo que dice que los inquilinos se fueron más o menos para la misma época de que dejó de ver a la señora Chávez”.

Si Chávez murió, el fiscal especula con que pudo haber sido “el día 20 de julio de 2022; en que aproximadamente a las 10 de la mañana intenta comunicarse con la abogada. Esto también es otro indicio porque el día 20 de julio desde esa fecha “no registra ninguna llamada saliente. No atiende ninguna llamada entrante, hasta el día 21 de julio a las cinco de la tarde; donde el teléfono deja de tener conexión a data, y todas las llamadas entrantes que son transferidas al buzón de voz, registran la celda no disponible”.

Al ser consultado si ese teléfono fue encontrado, el funcionario respondió que “no, no ha sido ni el teléfono ni el cargador del teléfono; también faltan otras cosas como la documentación de ella, su cartera”.

Preguntado si con esos indicios se podría abonar una hipótesis suicida, contestó: “Sí, incluso su médico de cabecera le había indicado que se tenía que internar porque estaba muy grave con la diabetes que ella sufría; y una de las hipótesis es que la señora Silvia Chávez salió de su domicilio con la intención de internarse”.

Pero, inmediatamente advirtió que “en contra de esa teoría es que no registra ningún ingreso en ningún centro de atención ni el hospital Schestakow ni el hospital Español ni en la Policlínica ni en ningún geriátrico o asilo conocido. A lo que se suma que tampoco retiró la insulina que ella consume a diario, desde el mes de agosto; y que también ese mes fue el último retiro de su cuenta a sueldo; es decir, se ha acumulado su jubilación sin que la retire”.

Fiscal Javier Giaroli
Javier Giaroli, el fiscal que investiga el caso.

Javier Giaroli, el fiscal que investiga el caso.

Volviendo a los sopechosos, Giaroli relató que “el único medio de movilidad de la señora Chávez era un bicicleta tipo Aurorita color blanco; y esa bicicleta se encuentra en el departamento de los inquilinos”.

“A esto podemos agregar que en los allanamientos que se realizaron en la casa del señor Albornoz que está acusado de este hecho, se secuestraron dos ventanas nuevas, que ya fue corroborado mediante el reconocimiento del carpintero que las fabricó, las había encargado la señora Chávez para hacer un regalo a un familiar, que iba a enviar por encomiendas. Y que estén en la casa del señor Albornoz es un indicio grave, toda vez que es una persona que tiene antecedentes condenatorios previos. Es difícil imaginar que pudiera llevarse esos elementos al retirarse, sin que lo viera la señora Chávez”.

Por último, Giaroli dijo que “el resto de las personas siguen siendo indagadas como sospechosas y se intenta corroborar todos sus dichos”.

“Con respecto a la hermana, si bien es muy preocupante lo que hizo en la escena del crimen y sumamente sospechoso, existen algunos elementos que la desincriminan porque sus dichos fueron luego corroborados”

“Y lo segundo, que no es compatible con una persona que ha cometido un crimen, y es que la señora Lucía Chávez, la hermana de la desaparecida, ingresó al departamento con dos testigos; e incluso filmó 38 videos de cómo ingresó; que es una prueba muy importante, toda vez que es lo más cercano que podemos estar de una escena del crimen, con esos videos que se registraron”, concluyó el funcionario judicial.

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