Miguel Mateos en Mendoza: un show de rock energético
El músico presentó en el auditorio Bustelo La alegría ha vuelto a la ciudad, su más reciente disco. El concierto que se extendió por dos horas también trajo sus hits más destacados.
Si fuera por sus seguidores mendocinos, Miguel Mateos todavía estaría tocando en el Bustelo. Espacio que volvió a recibirlo para presentar esta vez, el disco número 17 de su carrera al que después de varias idas y venidas decidió llamar La alegría ha vuelto a la ciudad. Es que la buena energía que reinó en el ambiente y las ganas de que el ex líder de Zas siguiera reviviendo viejos clásicos hizo que el concierto se extendiera por un poco más dos horas.
La primera parte de la noche estuvo exclusivamente dedicada a dar luz a las canciones del nuevo álbum. Momento atravesado por el concepto de su primer corte de difusión Un ying para un yang. Con esta idea de fuerzas antagónicas que logran su complementariedad, Mateos estrenó en suelo local: Loco, Darlin, dedicado a la pareja icono del amor de John Lennon y Yoko Ono, el rock and roll Nunca es como la primera vez y un tema en tono de blues con pátina argenta titulado Sólo amor.
Del reciente trabajo también sonó El ritmo del corazón, Sellado con un beso y Wonderland, tema que suena con fuerza épica y que resalta el lema que el cantante profesa desde toda una vida El que se va de la Argentina pierde. La muestra adelanto del nuevo hijo creativo de Mateos, dejó un buen saldo que todos disfrutaron y hasta acompañaron con coros.
El nuevo disco contiene una canción dedicada a Lennon y Yoko Ono.
El segundo tramo del concierto trajo los clásicos que el músico supo ir construyendo desde la década del 80. Hablando con mi ángel, Libre vivir, Beso francés, Malos pensamientos, Mi sombra en la pared, Un mundo feliz, Un chico de la calle, Bar imperio y Un poco de satisfacción; fueron algunos de los temas que sonaron.
La noche que parecía llegar a su fin y sin más para entregar, provocó que la gente comenzara a avivar un regreso de Mateos al escenario entonando en conjunto la letra de Tira para arriba. Sin embargo, el cantante no hizo caso al pedido popular por el tema ícono de su autoría y cerró el concierto otros dos de sus mayores hits: Sólo una noche más y Llámame si me necesitas.
Para Miguel Mateos, venir a Mendoza es una fija. Sabe que acá siempre es bienvenido sin importar las rachas de popularidad o las bajas. Sabe que aquí tiene un público fiel y esa conexión volvió a sentirse una vez más la noche del sábado. Como buen showman, él destiló buena onda porteña, la voz que lo llevó a ser marca registrada sigue gozando de buena vida y los músicos que lo acompañan sonaron con potencia.