La banda liderada por Santaolalla brindó en Mendoza un concierto inigualable para 2500 personas. Los músicos derrocharon virtuosismo y presentaron Presente, su más reciente disco.
Un show soberbio. Eso es lo que dio Bajofondo la noche del sábado en el estadio Arena Maipú. Tanto más o igual que el disco Presente, con el que la agrupación argentino uruguaya regresa para iluminar el espectro sonoro actual. Consolidados como banda y sin invitados, los músicos se atreven una vez más a dar un paso al frente constituyendo un lenguaje propio. Uno que no suena igual a nada y que se proyecta desde el Río de la Plata al mundo.
Más de dos horas duró el concierto en Mendoza de la banda liderada por el exitoso Gustavo Santaolalla.
El concierto que congregó en Mendoza a 2500 personas se dividió en dos partes. La primera propuso escuchar, contemplar y asombrarse con los tracks del reciente álbum y algunos temas de los dos discos anteriores. No sólo alcanza con mencionar que el vivo de la agrupación liderada por Santaolalla despilfarró virtuosismo instrumental, sino que envuelta en una ambiciosa impronta sinfónica otorgó a la noche pasajes inolvidables y hasta cinematográficos. Código de barra, Sabelo, Pena en mi corazón y Pide piso, fueron algunos de los estrenos.
Luego de un intervalo, la segunda fracción del encuentro vibró a la intensidad del dance con los clásicos de la formación El mareo, Perfume y Pá bailar. Del nuevo álbum, Juan Campodónico le puso su cuidada voz a Lluvia y, también sonó Circular y La trufa y el sifón. Para deleite del público el violín de Javier Casalla marcó protagonismo en todo momento y regaló instantes maravillosos.
Luciano Supervielle. Pieza fundamental del colectivo Bajofondo.
Por su parte, el exitoso productor y ex Arco Iris, se mostró feliz de estar tocando en tierra cuyana; lugar especial para él y al cual regresa siempre que puede. De la mano de su ingenio el músico hizo partícipe al público de un momento especial e insólito. Vía Skype conectó el recital con la casa de su colega y amigo, Aníbal Kerpel, quien radicado en Estados Unidos festejaba en familia sus 60 años. A pura sorpresa y emoción el músico recibió el feliz cumpleaños cantado a coro por toda la multitud presente.
Fue una noche de disfrute pleno que se coronó con un baile multitudinario arriba del escenario.
¿Bajofondo es tango electrónico? No. El presente de Bajofondo destila asfalto de la urbe orillera, nostalgia compadrita, efervescencia rockera. Hip hop, funk, la pasión por el fútbol, el pulso de una rave energética. Ocho músicos que aportan su luz propia para converger en una sinergia perfecta. Los que nos quieren igualar no nos pueden imitar, provoca en tono de cancha el track Olvidate. Bajofondo es lo que no estaba. Bajofondo es la novedad.