Luego de 5 años y en la previa del recital del Indio Solari, Skay volvió a nuestra provincia y se presentó en el auditorio Ángel Bustelo ante más de 1.000 personas.
En medio de una provincia revolucionada por la inminente llegada del Indio Solari, apareció él: Skay Beilinson. Entonces, por al menos un rato, los ricoteros mendocinos se olvidaron de la venta de entradas para el show del Pelado. Dejaron las opiniones sobre el cambio de escenario para el recital que se viene en setiembre, y se fueron al Bustelo a ver a la otra mitad de los míticos Redondos.
No había mejor manera de empezar la previa. Es que luego de 5 años de ausencia, Beilinson pisó suelo mendocino y volvió a demostrar sus cualidades, que lo transformaron en la mitad (o más) de aquella banda y que hoy lo dejan como uno de los mejores violeros del país.
Ahora tiene otro perfil ya que no se apoya tanto en su ex banda y se inclina más por lo nuevo, por lo que está haciendo con "Los Fakires".
Así ofreció un show con sus grandes éxitos, alternando con algún y otro tema de Patricio Rey, pero sobre todo haciendo hincapié en lo que vendrá, su próximo disco llamado "La Luna Hueca".
Minutos antes de las 22, casi media hora después de lo anunciado, Skay saltó al escenario del Bustelo con "La Luna del Fez", para empezar a hacer mover a los seguidores, varios de ellos, de otras provincias como San Juan y San Luis.
Lo siguieron "Territorio Caníbal" y "Tren a Kathmandú", para dar inicio a una lista de temas que recorrió los discos como solista del ex Redondos.
Entonces, el "Flaco" dio pie, como ya lo había anunciado, a lo nuevo. Apareció "Fanelas en celo", "Cicatrices" y "El Sueño del Jinete", entre otros.
Pero claro está que algo de Los Redondos tenía que haber. Llegó "Todo un Palo", con la versión de Skay que mantiene vivo a uno de los mejores temas que dio esa banda. Sonó "El Pibe de Los Astilleros" y para el final dejarían al mítico "Jijiji". Todos estos, alternados con grandes hits de Skay como "Genghis Khan" y "Ángeles Caídos", entre otros.
Tras un intervalo, hubo un cierre de lujo. Llegó "Astrolabio", para muchos de lo mejor de Skay como solista, "El Golem de Paternal" y "Oda a la sin nombre".
Así, luego de 5 años, Skay volvió a nuestra tierra, fiel a su estilo: show íntimo, con poco discurso, pero dejando a todos conforme. Y de yapa, dando inicio a una previa que terminará con el recital del Indio, allá por setiembre.
Entonces, señor, señora, joven, no queda otra. A navegar y navegar, en esta Mendoza que está más ricotera que nunca.