El último partido de la temporada y del campeonato iba a traer objetivos dispares para Godoy Cruz y Boca. Por un lado, el local necesitaba de los tan ansiados 30 puntos, meta trazada a principio de año. Por el otro, el club de la Ribera iba a tratar de no hacer historia: si perdía, quedaría último por primera vez desde que existen los torneos cortos.
Durante el primer tiempo en la gélida noche en el Malvinas, en donde el público neutral sería obviamente del xeneize, el Tomba comenzaría mejor, con dos protagonistas principales: Castellani y Orión. Es que el mediocampista del Expreso iba a tener tres oportunidades claras de gol, y el arquero visitante no lo iba a permitir.
A los 31, en la única llegada de los dirigidos por Bianchi en los 45 iniciales, el rebote dado por Ibáñez después del cabezazo de Riquelme le iba a dar la chance a Viatri para abrir el marcador. Así, sin merecerlo, Boca pasaba a ganar. Sin embargo, sobre el cierre del PT, Gonzalo Castellani iba a tener su revancha: el Chiqui Pérez la tocaba con la mano en el área, y el volante iba a ser el encargado de patear y convertir el penal que dejaba las cosas iguales cuando se iban al descanso.
En la parte final, todo iba a ser del Tomba. El Xeneize no iba a encontrar nunca respuestas en sus jugadores, ni siquiera moviendo el banco( a los 17 salía Riquelme, que no tuvo un buen partido y se iba a ir atendido). Orión continuaba siendo la figura en la cancha, tapando dos disparos consecutivos de Castellani y Lértora.
De esta forma, el Bodeguero no logró las 30 unidades, terminó con 29 en el Torneo Final y ahora deberá rearmar el equipo para el año que se le viene, en donde estará peleando en las últimas posiciones para no descender. El panorama es otro, pero lo expuesto por Palermo en su primera experiencia como DT dio, en parte, sus frutos. Boca, tibio y desorientado, esperará por las incorporaciones que pida el Virrey, para no seguir como en este campeonato.