Japón sorprendió a todos. Lejos de sentirse golpeado tras la derrota por 3-0 ante Brasil, mostró su mejor cara ante Italia. Trianguló, tocó, le sacó la pelota al rival y hasta estuvo cerca de llevarse un triunfo histórico, pero los italianos hicieron gala de la efectividad y consiguieron un triunfo clave: fue 4-3, en Recife y con el arbitraje del argentino Diego Abal, por la segunda fecha de la Copa Confederaciones.