La Justicia confirmó que los restos hallados en una finca del barrio Grilli de Guaymallén correspondían a Claudio Isidro Tobares, un joven de 20 años que tenía una discapacidad mental que lo hacía actuar como un niño.
La Justicia confirmó que los restos hallados en una finca del barrio Grilli de Guaymallén correspondían a Claudio Isidro Tobares, un joven de 20 años que tenía una discapacidad mental que lo hacía actuar como un niño.
Ahora bien, en las mismas pericias, los investigadores ratificaron que Tobares habría sido asesinado y luego sus restos prendidos fuegos, presuntamente, para borrar pruebas.
De esta forma, ahora la justicia investiga un homicidio y la causa quedó en manos del fiscal Carlos Torres, quien era el encargado del paradero de Tobares -el joven estuvo desaparecido varios días hasta que hallaron los restos-.
Los huesos habían sido encontrados el 23 de enero en una finca ubicada en la manzana M del barrio guaymallino.
Fue un perro quien arrastró un cráneo hasta la vivienda y el dueño llamó a la policía. Luego, los efectivos, al requisar el lugar, hallaron más restos que habían sido prendidos fuego.
Desde ese momento, la justicia puso la lupa en el paradero de un joven de 20 años, quien había desaparecido en los primeros días de enero y vivía cerca de donde encontraron los huesos.
Ante esto se citó a sus familiares y fueron sometidos a una prueba de ADN con los restos. Hoy el informe llegó a manos del fiscal.
Ahora bien, debido a que los huesos estaban prendidos fuego y por las características del hallazgo, la primera hipótesis de la justicia es que Tobares fue asesinado.
Si bien aún no hay un móvil confirmado, la causa comenzó a ser instruida bajo esa calificación.
En base a esto, el fiscal Torres ya ordenó una serie de testimoniales e informes para tratar de avanzar en la causa y esclarecer la muerte del joven.