Delitos Económicos

El caso del preso que estafó con la compra on line de $280.000 en carne

Por Hernán Adrover

Aldo Héctor Rabino está detenido desde mediados del año pasado cuando estafó con la compra de autos con cheques robados. Estando actualmente en la cárcel volvió a ser noticia porque, nuevamente, quedó involucrado en un engaño. Junto con un carnicero hicieron compras de carne por internet con tarjetas cuyos pagos luego eran denegados. El preso había pactado con el trabajador la mitad de la ganancia para hacer las maniobras. 

Todo se inició con la denuncia del dueño de una carnicería mayorista de Godoy Cruz en donde se hicieron dos ventas importantes de carne pero que no recibieron el dinero por la mercadería. 

La compra fue de manera telefónica pero el pago se hacía on line. Al principio el pago con los plásticos era aceptado pero después la operación se caía por diferentes motivos. De esta manera, el timador ganaba tiempo porque le permitía coordinar con un fletero para que buscara el pedido. 

Por ese motivo, el personal de la División de Delitos Económicos realizó una custodia para una entrega de la carne y detuvieron al fletero. El individuo explicó que a él solamente lo mandaron a buscar la mercadería que debía trasladar a un negocio ubicado cerca de calle Almirante Brown de Las Heras. 

Aldo Héctor Rabino, preso desde el 2018.

Una vez en ese otro domicilio, los pesquisas detuvieron al dueño de la carnicería y descubrieron que esta persona contaba con la ayuda de un cómplice. Esa tercera persona era Aldo Héctor Rabino, quien está preso desde mayo del 2018 cuando lo detuvieron por comprar autos 0km con cheques robados. 

En su momento le secuestraron varios autos y fue trasladado hasta el complejo carcelario de San Felipe porque tenía muchos antecedentes por estafas. 

Los pesquisas, al conocer quién era el que hacía las compras desde la cárcel, pidieron que se hiciera un allanamiento en San Felipe y los penitenciarios revisaron la celda de Rabino. En el interior encontraron y secuestraron un celular y anotaciones con números de diferentes tarjetas de crédito y de débito. 

Con esos plásticos realizaba las diferentes compras porque también tenía sus respectivos códigos de seguridad. 

El carnicero quedó detenido mientras que con Rabino se hicieron las actuaciones correspondientes para informarla la acusación. 

En tanto, establecieron que el carnicero, conocido de Rabino, habría pactado quedarse con la mitad de la ganancia por la venta de esa carne adquirida de manera fraudulenta. Mientras, también, indagan cómo era que le "giraba" ese dinero al preso.


  

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