el fiscal no pidió otro juicio

El jurado popular no logró unanimidad y absolvieron a la mujer que mató a su marido

Los miembros del jurado, tras deliberar varias horas, aseguraron que "no había acuerdo" -culpable o no- y que las "posturas eran antagónicas", por lo que no hacía falta continuar deliberando.

De esta forma, la decisión quedó en manos de la fiscalía, representada por Fernando Guzzo, quien aseguró que "debe primar la soberanía del pueblo", por lo que no insistió con la acusación.

"Este es el fiel reflejo de la sociedad, con posturas distintas", afirmó el magistrado. De esta forma, el juez Aníbal Crivelli debió absolver a Cortez y ordenar su inmediata liberación.

Cortez -a la izquierda- junto a sus abogados defensores. Fue absuelta y recuperó la libertad. Había llegado a juicio con prisión domiciliaria. 

La muerte de Carlos Ernesto Pelayes (48) parecía, a primera vista, uno de los juicios por jurados más atractivos para analizar esta nueva metodología. Y así fue.

Durante el debate, quedó probado que la mujer era víctima de constantes maltratos físicos y verbales. Sus hijos ratificaron esto y los peritos constataron las lesiones. "Mi papá le decía puta, travesti, bofe mal nacido", contaron los jóvenes.

Ahora bien, esos mismos sabuesos ratificaron que Cortez alteró la escena del hecho, limpió el cadáver y el piso de la habitación donde había quedado tendido su marido. La mujer, en cambio, siempre lo negó y dijo que "nunca quiso matar a su marido, sino defenderse de una agresión".

Después, con distintos testimonios y pruebas, se confirmó que la mujer hizo parecer que Pelayes había muerto por un supuesto infarto. En ese sentido, el médico del Servicio de Emergencias Coordinado que llegó a la escena ratificó que "nunca le dijeron que el hombre tenía un puntazo".

El médico agregó que el cuerpo estaba frío y pálido, en tanto que destacó que "le sorprendió" que el piso de la habitación estuviera mojado.

Bajo estas circunstancias, el debate se instaló. Para la fiscalía, técnicamente estaba probado un homicidio y en sus alegatos, el fiscal Guzzo pidió una condena bajo un "homicidio agravado con atenuantes" -justamente por el maltrato-.

En cambio, la defensa, a cargo de Carlos Moyano, requirió la absolución por legítima defensa.

Así las cosas, el tribunal formado por 12 ciudadanos, entre los que estaba una ama de casa, una jubilada y un metalúrgico -entre otros-, pasó a deliberar y tras varias horas no obtuvo unanimidad, requisito indispensable para obtener una sentencia condenatoria.

Mirá el veredicto y la absolución a Cortez

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