Del Potro dejó todo ante Stan Wawrinka, 3° de la ATP, pero cayó 7-6 (5), 4-6, 6-3 y 6-2 en los cuartos de final del US Open. Otra actuación dignísima del tandilense tras los Juegos Olímpicos y de cara a la serie de Copa Davis. El suizo va en semis ante Nishikori y del otro lado esperan Monfils y Djokovic.
Dice que no con la cabeza. Se la golpea. No sonríe ni un poco. No le queda aire, ni piernas, parece. El hombro ya tuvo que ser masajeado. Se lo nota cansado no sólo en los gestos y ademanes, también el juego. Quiere, se le nota. Pero su rival está entonado, le pega al revés como los dioses -quien pudiera- y hasta tiene a favor la red y los challenges, casi todos a su favor.
Juan Martín Del Potro no se resigna hasta el final porque si algo aprendió desde su regreso a los courts es que ningún partido está perdido hasta que se termina. Lo malo es que Stanislas Wawrinka también lo sabe y no deja grietas. No le permite salir de su cansancio, lo exige aunque el tandilense busca puntos cada vez más cortos para evitar esos peloteos picantes.
Y se lo lleva el suizo, que supo estar abajo y levantar, no por nada es el tercer jugador del mundo. El 7-6 (5), 4-6, 6-3 y 6-2 en los cuartos de final del US Open es más que digno, aún más teniendo en cuenta lo que se viene. La Copa Davis ante el Reino Unido y un ranking que estará entre los 60 primeros.