Nueva frustración de la Lepra en el Bautista Gargantini, un mediocre empate ante Atlético Paraná sin abrir el marcador deja traslucir el momento desafortunado por el que atraviesa y que no le permite sacar la cabeza, hoy tan enterrada en la mediocridad.
El frio gélido de la Mendoza primaveral, le respondió al juego sin calor ni color que el elenco del parque este sábado expuso ante su gente.
Independiente Rivadavia tuvo un desempeño opaco en la primera mitad, su juego fue reiterativo en su concepción, un equipo acéfalo en la conducción, con muchos matices grises en su funcionamiento, Dolci y Coronel no se conectaban entre si y Villarreal junto a Imperiale no se permitían "fantasear", les costaba activar su bagaje futbolístico y de esa manera le daba a Atlético Paraná alguna ocasión para adueñarse de la pelota e intentar sorprender a este dubitativo elenco mendocino.
Las situaciones de gol fueron escasas para ambos, solo Imperiale contó con una chance que se vio postergada por la indecisión del volante para rematar con certeza un arresto con intenciones.
El 0 a 0 con el que concluyó este parcial se ajustó a la producción enseñada en el territorio de juego. Las "lagunas de fútbol" que Independiente exhibió terminaron preocupando por la producción a los presentes en la tarde leprosa.
En el segundo periodo La Lepra fue a buscar el gol que le diera los tres puntos, su mentalidad fue mas abierta y relacionada a su necesidad. Así apostó mayormente a un acentuado y aceitado trabajo en la zona de gestación, el balón comenzó a salir mas claro y Gautier contó con algunas situaciones como para levantar los brazos y festejar.
Pero no pudo ser, mas allá del dominio territorial y la voluntad por quebrar una cerrada defensa Paranaensem sus ineptitudes en los momentos finales le terminaron jugando una mala pasada.
Se escaparon puntos del Bautista Garganini, puntos importantes y que eran necesarios para reconfortar sus intenciones de enderezar su camino y darle una alegría a su sufrida hinchada.