La psicología positiva es una rama concreta de esta ciencia que persigue el objetivo de crear hábitos que ayuden a las personas a crear una vida más plena. Estas conductas pueden llegar a tener un impacto muy favorable en nuestras emociones.
La psicología positiva es una rama concreta de esta ciencia que persigue el objetivo de crear hábitos que ayuden a las personas a crear una vida más plena. Estas conductas pueden llegar a tener un impacto muy favorable en nuestras emociones.
No se trata de alcanzar la felicidad a través de un optimismo ingenuo, sino que también se contempla a los aspectos negativos. Según esta ciencia, a estos últimos hay que abrazarlos para descubrir las enseñanzas y la evolución dentro de ellos.
Darles el debido lugar a las emociones positivas es muy importante. Dentro del torrente de pensamientos, hay que priorizar a aquellos que nos hacen sentir bien por sobre los demás. No siempre es sencillo, pero con una práctica constante puede lograrse.
El compromiso es un factor muy importante para la psicología positiva. El mismo debe estar inmerso en nuestro trabajo, en nuestras actividades fuera del mismo, en nuestra actitud frente a la vida. Si no hay compromiso, no hay nada.
Fortalecer las relaciones positivas con nuestro entorno es indispensable para encontrar la plenitud. Somos seres sociales y nuestra relación con las demás personas debe ser acorde al bienestar que buscamos. Aquí juegan un papel clave la tolerancia al entender que no todos somos iguales.
Encontrar el sentido en todas nuestras actividades es vital. Sin propósito no hay motivación y sin motivación no hay nada. Ya sea en el ámbito laboral o fuera del mismo, es importante hallar la pasión que nos moviliza a actuar como lo hacemos.
Muy relacionado al punto anterior están los logros. A ellos se llega gracias a que anteriormente nos fijamos objetivos y plazos para cumplirlos. La organización es fundamental a la hora de trazar una meta.

