Martín Rappallini, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), visitó Mendoza para participar del evento Bootcamp Empresarial Vol. II, organizado en conjunto por el Gobierno de Mendoza y la Unión Industrial de Mendoza.
El titular de la Unión Industrial Argentina pidió diálogo político y reformas estructurales en Mendoza, en un foro que reunió a empresarios y emprendedores.
Martín Rappallini, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), visitó Mendoza para participar del evento Bootcamp Empresarial Vol. II, organizado en conjunto por el Gobierno de Mendoza y la Unión Industrial de Mendoza.
En diálogo con Sitio Andino, Rappallini aseguró que, pase lo que pase en los próximos turnos electorales de este domingo y octubre, la solución para este momento de la Argentina es “el diálogo y la búsqueda de consenso”.
El dirigente industrial calificó el presente como un “momento difícil para la industria argentina” y para la economía en general. La caracterización no se limita a la falta de crecimiento: apunta a un conjunto de distorsiones que, durante años, sostuvieron un modelo en el que el consumo interno dependía de la inflación, pero a costa de profundizar desequilibrios.
El freno reciente a la escalada de precios, si bien considerado un paso necesario, puso en evidencia esas inconsistencias. “Cuando vos frenás la inflación, todas las distorsiones afloran”, advirtió. Entre ellas, mencionó las altas tasas de interés, la dificultad para acceder a divisas, la pérdida de empleos en sectores sensibles y la lenta recuperación de la actividad.
Uno de los conceptos reiterados por el titular de la UIA fue la necesidad de que la industria empiece a pensarse global. Ello implica asumir que la producción argentina debe ajustarse a estándares de calidad y costos capaces de competir no solo en el mercado interno, sino también en los escenarios internacionales.
La visión de Rappallini apunta a un sector sustentable y competitivo, capaz de medirse con otras economías en un contexto de apertura global. “El costo, la calidad y la posibilidad de adaptarse a cualquier mercado son esenciales”, sostuvo, al tiempo que advirtió que sin reglas de juego claras y previsibles resulta difícil sostener un proceso de transformación de esta magnitud.
Para el dirigente, la verdadera salida de la crisis no radica únicamente en medidas coyunturales, sino en cambios de fondo. En este sentido, reclamó avanzar hacia un sistema laboral actualizado a estándares internacionales y hacia un esquema impositivo que deje de castigar la producción para convertirse en un motor de competitividad.
A su juicio, el equilibrio fiscal y la reducción sostenida de la inflación deben ser entendidos no como un fin en sí mismo, sino como instrumentos que permitan diseñar una política de desarrollo de largo plazo. Sin una estrategia integral en esa dirección, advirtió, la industria argentina difícilmente podrá consolidarse como un sector dinámico y capaz de generar empleo de calidad.
Más allá de los problemas económicos, Rappallini insistió en que la política tiene un rol central para destrabar los nudos que limitan el crecimiento. Con vistas a las elecciones primarias y generales de octubre, subrayó que lo fundamental es “el diálogo y la búsqueda de consenso”.
Expresó su preocupación por que el resultado electoral profundice la fragmentación. “La fractura política no nos ayuda en el logro de los objetivos que tenemos como país”, señaló, y exhortó a los actores políticos a que, una vez concluida la contienda, se sienten a discutir propuestas comunes para construir una visión compartida de futuro.
En paralelo con el análisis macroeconómico, Rappallini valoró el papel de la juventud emprendedora en el proceso de renovación del empresariado. La UIA, a través de su rama joven, promueve actividades de capacitación y encuentros destinados a formar a las nuevas generaciones de dirigentes industriales.
Para el presidente de la entidad, este vínculo intergeneracional resulta vital para garantizar la continuidad y adaptación de la industria frente a los desafíos de un mundo competitivo y cambiante.
Rappallini combina preocupación y esperanza. Preocupación por la magnitud de los problemas actuales, que incluyen desequilibrios macroeconómicos, falta de competitividad y tensiones sociales. Esperanza en que, con reformas estructurales, diálogo político y compromiso empresarial, el país pueda encaminarse hacia una industria fortalecida, capaz de sostener el empleo y generar valor en un escenario global.
La segunda edición de la jornada intensiva de formación y networking reunió este viernes a más de 650 participantes en el Hotel Hilton de Mendoza. El encuentro, impulsado por el Gobierno provincial y UIM Joven, busca debatir sobre innovación, transformación digital y desarrollo tecnológico, al tiempo que promueve la capacitación, el liderazgo y el fortalecimiento del capital humano local.
En la apertura, el gobernador Alfredo Cornejo advirtió sobre los desafíos estructurales que enfrenta la Argentina y subrayó que los avances de Mendoza en eficiencia del gasto y administración provincial resultan insuficientes sin un marco macroeconómico nacional consistente. Reclamó reformas laborales, impositivas y fiscales, planteando que la simplificación tributaria debe acompañarse con un ajuste del gasto público y un Estado más eficiente.
Cornejo destacó la necesidad de articular esfuerzos entre el sector público y el privado, y valoró la masiva participación en la jornada como reflejo del espíritu competitivo de los mendocinos. “La competencia se gana capacitándose y participando de actividades como esta”, señaló el mandatario, quien alentó a los asistentes a aprovechar el espacio de debate y formación como herramienta clave para el desarrollo provincial y nacional.