El IERAL de la Fundación Mediterránea presentó su informe anual sobre la economía de Mendoza y las perspectivas para el 2025. El trabajo analiza la situación económica de Mendoza durante 2024, un año marcado por la contracción económica, la fuerte inflación y un componente importante de incertidumbre global. El trabajo destaca que la producción de bienes y servicios (Producto Bruto Geográfico) de Mendoza alcanzó los 15.822 millones de dólares, representando aproximadamente el 3.5% del total de Argentina. En términos per cápita, el nivel de ingreso promedio de cada mendocino durante el 2024 fue de 7.800 dólares.
2024: Un año de contracción económica
El trabajo presentado en los salones del Hotel Hyatt destaca que la economía mendocina registró una contracción del 1.6% en 2024, ligeramente menor que la caída del 1.8% observada a nivel nacional.
El trabajo destaca que el año comenzó con una fuerte recesión en el primer semestre, seguida de una leve recuperación en la segunda mitad. La inflación, que alcanzó niveles cercanos al 300% anual a mediados de año, se redujo significativamente hacia finales de 2024, aunque siguió siendo uno de los principales desafíos para la provincia.
El IERAL explica que la contracción económica se explica por la combinación de varios factores. Si bien el contexto externo permitió un aumento en las exportaciones mendocinas y el sector financiero mostró cierta expansión, otros motores clave como la economía nacional, el mercado laboral y el sector público fueron contractivos. La devaluación del tipo de cambio, el ajuste en las cuentas públicas y la recomposición de los precios relativos de los servicios públicos fueron algunos de los elementos que impactaron negativamente en la actividad económica.
El mercado laboral también sufrió, con una masa salarial privada que, aunque se recuperó en el tercer trimestre, terminó el año en números rojos.
El instituto en su informe remarca que las cuentas públicas provinciales mostraron una mejora relativa, ya que los ingresos crecieron por debajo de la inflación pero por encima de los gastos. Sin embargo, esta dinámica no fue suficiente para amortiguar la contracción económica.
El informe del IERAL desglosa el desempeño de los principales sectores económicos de Mendoza en 2024, que desglosamos por su incidencia en el Producto total de la provincia:
Petróleo (17% del PBG): La producción de petróleo en Mendoza aumentó un 4% en 2024, principalmente en la cuenca sur. Sin embargo, la provincia quedó muy por detrás de Neuquén, donde Vaca Muerta sigue siendo el principal motor de crecimiento. La cuenca norte enfrenta problemas de agotamiento de pozos, y la principal empresa del sector decidió dejar de operar en la zona, transfiriendo la explotación a empresas con menos capacidad de inversión. Además, el precio local del crudo sigue siendo inferior al internacional, lo que desalienta la extracción en la provincia.
Comercio (16% del PBG): El sector comercial tuvo un año difícil, con una fuerte disminución en las ventas. Los supermercados fueron los más afectados, incluso más que los centros comerciales. La caída en el poder adquisitivo de los consumidores, especialmente a fines de 2023, fue un factor determinante. Además, sectores como la indumentaria se vieron perjudicados por el aumento de compras de turistas argentinos en el exterior, especialmente en Chile.
El turismo también enfrentó un año complicado, con una menor cantidad de visitantes tanto nacionales como extranjeros.
La devaluación de fines de 2023 redujo el poder adquisitivo de los turistas argentinos, mientras que el menor valor del dólar desincentivó a los visitantes extranjeros. Además, miles de mendocinos optaron por viajar al exterior, por turismo o compras, lo que agravó la situación del sector.
Vitivinicultura (11% del PBG): El sector vitivinícola tuvo un año atípico. La cosecha de uvas aumentó un 46%, y la elaboración de vinos creció un 21%. Sin embargo, las ventas apenas se incrementaron, lo que generó una dinámica de precios decrecientes, especialmente para las uvas. Para 2025, se espera una mayor cosecha, pero con mercados complicados y un dólar que no favorecerá las exportaciones.
Resto de la industria (7% del PBG): La agroindustria exportadora mostró un crecimiento del 13% en sus ventas, destacándose las papas industrializadas. Sin embargo, el resto de la industria se mantuvo estable, con algunas exportaciones de materiales plásticos como punto positivo.
Construcción (3% del PBG): El sector de la construcción tuvo un año difícil, afectado por la reducción de la obra pública y los altos costos en dólares. A pesar de ello, los permisos de construcción aumentaron un 8%, lo que podría indicar una leve recuperación en el futuro.
Sector financiero (2% del PBG): Aunque el año comenzó mal, el sector financiero mostró una mejora en la segunda mitad de 2024. La menor demanda de fondos por parte del sector público permitió una mayor capacidad de préstamo para los bancos.
Electricidad y gas (2% del PBG): Este sector tuvo un desempeño relativamente positivo, con un leve aumento en el consumo de energía y gas. Las tarifas, que habían estado rezagadas durante años, aumentaron más que la inflación.
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La composición por sectores del Producto Bruto Geográfico de la Mendoza según el informe presentado por el IERAL
El IERAL destaca que, según sus análisis, el escenario base para 2025 es algo más optimista, aunque con una importante dosis de incertidumbre. El informe, en línea con los pronósticos de diversas consultoras, señala que se espera que la economía nacional crezca entre un 4% y un 6%, impulsada por un arrastre estadístico positivo y varios motores expansivos, mientras la inflación podría reducirse a niveles interanuales del 20% al 30%.
Para Mendoza, este contexto podría traer una recuperación en el mercado laboral, con una mejora en los salarios y el empleo, según el informe. Para el sector financiero también espera que continúe su dinamismo y, quizás en uno de los párrafos más sorprendentes, el IERAL asegura que el sector público podría volverse expansivo en un año electoral, con un posible repunte en la obra pública.
El trabajo destaca que, sin embargo, los desafíos estructurales de la provincia siguen siendo importantes. La baja productividad laboral, la necesidad de mejorar el stock de capital y la formación de capital humano son claves para un crecimiento sostenible, y remarca que la presión impositiva, especialmente en el Impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB), sigue siendo un obstáculo para la competitividad de la economía mendocina.
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La actividad petrolera sigue siendo el principal aportante a la actividad económica de Mendoza
Claves para el crecimiento sostenible
El informe del IERAL destaca tres áreas críticas para que Mendoza pueda crecer de manera sostenible:
Eficiencia y stock de capital: La caída en los indicadores de eficiencia y stock de capital en los últimos años ha afectado negativamente la productividad laboral. Para revertir esta situación, se necesitan menos burocracia, mejores impuestos, desregulaciones, inversiones públicas de calidad y una mayor seguridad.
Formación de capital humano: Casi un tercio de los trabajadores mendocinos no ha terminado el nivel secundario de educación, lo que afecta la productividad y los salarios. Mejorar esta situación es clave para el mercado laboral.
Conflictos judiciales: Mendoza es una de las provincias con más litigios laborales, lo que afecta la eficiencia del mercado laboral y los salarios. Reducir estos conflictos es esencial para mejorar la competitividad.
El IERAL remarca que para que Mendoza pueda crecer de manera sostenible, es necesario abordar desafíos estructurales que afectan su productividad y competitividad y, como vimos, remarca fuertemente para lograr los objetivos la necesidad de avanzar en la reducción de la presión impositiva, la mejora en la formación de capital humano y la eficiencia del sector público como claves para asegurar un futuro económico de la provincia.