Continúa el alerta amarillo emitido por el Servicio Meteorológico Nacional para las provincias del centro de la Argentina y algunas del oeste, en las que se incluyen Mendoza, San Juan, San Luis y Neuquén, por la ola de calor persistente. Técnicos del organismo que operan en el Aeropuerto Internacional deMalargüe Ricardo Salomón, anticipan para el domingo una temperatura máxima de 34°, la más elevada del mes de marzo en los últimos años. Las probabilidades de precipitaciones pluviales, al menos para los próximos días, son escasas para el llano, aunque no se descartan algunas en la zona cordillerana.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió para la ciudad de Malargüe y sus alrededores, nuevamente alerta amarillo por altas temperaturas. El periodo de marcas superiores a los 31° se extendería en lo inmediato hasta el próximo fin de semana.
El organismo indica que para este miércoles el termómetro podría marcar 31° de máxima. De acuerdo al pronóstico extendido, el jueves la temperatura más elevada rondaría los 30°, mientras que viernes y sábado la marca esperada es de 32°, llegando a los 34° el domingo. La semana próxima comenzaría con temperaturas similares, al menos el lunes y martes. Una referencia significativa, es que en zonas limítrofes con el oeste pampeano y norte neuquino, las marcas muchas veces son superiores a las del radio urbano.
Las temperaturas mínimas también estarían por encima del promedio
Las temperaturas mínimas, en promedio durante las próximas 72 horas rondarían entre los 12° y 14°, incluso 16° el domingo, día que se espere sea el más caluroso de estas jornadas signadas por esta nueva ola de calor con alerta amarilla y que afecta a las provincias de Mendoza, San Juan, San Luis, Neuquén, La Pampa, Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y Corrientes.
El Servicio Meteorológico Nacional explica que emite alerta o nivel amarillo es porque elevadas temperaturas pueden tener “efectos leves a moderados en la salud de las personas”, indicando que estas olas calor “pueden ser peligrosas, sobre todo para los grupos de riesgo, como niños y niñas, personas mayores de sesenta y cinco años, con enfermedades crónicas”.