Mientras avanza el plan de la implementación del uso del teléfono celular en las aulas de escuelas de Mendoza sólo para fines pedagógicos, directivos y docentes ya están atentos ante esta posibilidad, aclarando que deber “con un uso responsable”, y con acuerdo establecidos con los alumnos y la familia para lograr tal fin.
Embed - Malargüe-Uso de teléfonos en las aulas
En el departamento de Malargüe también consideraron del tema, y una de esas opiniones fue la del director del Instituto Secundario Malargüe (ISMA), el profesor Carlos Pelayes.
El docente, y ante el equipo de SITIO ANDINO expresó que el uso de teléfonos celulares en clases es “adecuado siempre que sea de manera correcta, que no sea para jugar, sino con el fin educativo” que es lo que se está buscando en la provincia de Mendoza.
Más adelante Carlos Pelayes indicó que es un instrumento “para realizar trabajos prácticos”, de investigación o consulta “que ayude al mejor desarrollo de la clase”, considerando que de esta manera “es apropiada la idea”.
El acompañamiento de docentes y la familia para el buen uso de teléfonos celulares
Ante la consulta de SITIO ANDINO sobre el seguimiento que deben realizar docentes o personal educativo, el directivo de ISMA dijo que “siempre es complicado controlar” el uso del teléfono celular en las escuelas, aunque reveló que “hace tiempo que se viene trabajando en esto” porque todos los alumnos poseen algún dispositivo de este tipo, por lo que “el profesor o la escuela deben hacer un buen acuerdo”, no sólo con el estudiante, sino “con la familia y docentes” para su buen uso.
Pelayes no dudo en concordar que el teléfono celular bien utilizado “es tan importante como una computadora” en clases, que “hacen las cosas con mayor facilidad”, principalmente por la habilidad que tienen los estudiantes en este tipo de elementos.
Al momento de considerar sobre la responsabilidad de los padres en este proceso, el profesor Carlos Pelayes dijo que el acompañamiento de los responsables adultos de los alumnos “es fundamental, porque en la escuela están cuatro horas”, mientras que el resto del tiempo lo distribuyen “en su casa, por lo que desde la familia deben ayudarlos para que utilicen el teléfono bien”.