Frío

Calefacción a leña en Malargüe: un problema transversal

La utilización de leña para calefaccionar hogares es un método recurrente en el departamento de Malargüe, que sigue teniendo varios inconvenientes.

Por Claudio Altamirano

Desde siempre en Malargüe se ha utilizado leña para calefaccionar hogares, modo que aún persiste y en gran medida por diferentes motivos, desde la falta de extensión de redes de gas domiciliario, hasta los elevados costos de otros métodos, como el eléctrico. El consumo de leña para calefacción habría empezado este año más mesurado por los precios que también se ha duplicado con respecto a igual periodo de 2022. Los consumidores que deban recurrir a este elemento tienen que ser consientes también de los cuidados necesarios para evitar intoxicaciones en esta época de frío.

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El uso de braseros no es aconsejable (Foto gentileza).

El uso de braseros no es aconsejable (Foto gentileza).

Con el inicio de la temporada de bajas temperatura, que en Malargüe a diferencia de la mayoría de los departamentos de Mendoza comienza con otoño y culmina en primavera, el tema de la calefacción en los hogares siempre es complejo por varios motivos.

Uno de los inconvenientes que deben enfrentar los residentes de la zona urbana es la distribución de gas, redes que proveen de Gas Licuado de Petróleo (GLP), y no gas natural como en el resto de la provincia, lo que hace que se dependa de una planta ubicada al este de la ciudad, y que la construcción de los ductos va más lento que las exigencias o el crecimiento urbano.

Pareciera que la calefacción eléctrica es un punto a parte del anterior, pero es todo lo contrario, porque muchos hogares deben recurrir a este sistema por la falta de distribución de GLP, principalmente en la zona periurbana. El sistema está sujeto a distintas variables, uno es costo elevado del consumo, y el otro que depende que no existan cortes. Hace varios inviernos como consecuencia de actos vandálicos sobre líneas eléctricas, residentes se quedaron sin calefacción bajo temperaturas bajo cero.

Y aunque existen estas dos alternativas, la que sigue siendo muy utilizada, tanto en la ciudad como en sus alrededores, sigue siendo la calefacción a leña.

Los problemas que enfrentan quienes usan leña como combustible

Numerosas familias de la zona urbana y rural de Malargüe deben cubrir la necesidad de calefacción utilizando leña, trayendo aparejado varios inconvenientes.

El primero de ellos es el costo, que como todo en el país, aumentó de la misma manera el último año. Hoy el kilo de leña ronda en corralones en los $ 60 (sesenta pesos), precio que va variando, llegando en algunos puntos de distribución a los $ 70 o $ 75 pesos, valores que no son garantía de calidad.

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Los valores finales también están sujetos a los aumentos de combustible, ya que elevan el flete, pues la leña que se comercializa en mayor medida proviene de la provincia de San Luis o en sus límites con Mendoza, parajes alejados de Malargüe, como así también en el Valle de Uco.

Por los sueldos que van detrás de la inflación, las ventas, según un el primer sondeo de SITIO ANDINO, son menores a 2022, restringiéndose los consumidores en la compra a “sólo lo necesario”.

Un dato significativo, es que muchas personas venden leña de álamo en la vía pública, que procede incluso de la tala de forestales en forma ilegal.

En la zona rural algunos pobladores, crianceros, pueden acceder a la compra y transporte en forma directa, pero el resto está limitado a los permisos que pueda dar la Dirección de Recursos Naturales de Mendoza, funcionarios que acceden a los pedidos si se trata de leña seca, evitando la tala de monte nativo..

Y por último está los inconvenientes que acarrea la combustión de leña para la salud, desde los respiratorios, hasta los mayores que son la intoxicación por monóxido de carbono o incendios provocados por artefactos que no han sido adecuados, instalados o construidos bajo las normas que se exigen.

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