El fin de semana pasado, durante un partido de la categoría C-15 A entre la Azul Escuela de Futsal y Tenis Club, ocurrió un incidente violento en el que el padre de un jugador del citado Escuela agredió físicamente a uno de los árbitros del encuentro. El árbitro, Thiago Mulvihill, de 18 años, había expulsado a un jugador del equipo de la Azul Escuela de Futsal poco antes de finalizar el partido. Tras la expulsión, el padre ingresó al campo y golpeó al referí en el rostro, lo que le causó lesiones que requirieron hospitalización.
Como resultado de este lamentable suceso, la Asociación de Futsal de San Rafael decidió expulsar al club Azul Escuela de Futsal del torneo, en una sanción contundente ante la agresión sufrida por el árbitro. La decisión fue tomada para preservar el respeto y la seguridad en el ámbito deportivo.
A pesar de esta sanción, las autoridades del club afectado han solicitado que se revise la medida, ya que consideran que la actitud de un solo individuo no debería perjudicar a todos los jugadores del equipo. Piden que se valore la situación de forma individual y que los jóvenes deportistas no sufran consecuencias por el comportamiento de un padre.
Vale destacar, que los allegados de la institución sureña han movido los hilos para poder torcer esta decisión y según expresaron cuentan con el banque del resto de los clubes. Además se solidarizaron con las personas afectadas.
La palabra de Natalia Quiroga, una de las allegadas al Futsal del Club Azul
Natalia Quiroga, una mamá de uno de los jugadores de la institución,conversó con Sitio Andino y precisó: "Un padre agredió a un árbitro y un jugador empujó a una arbitro mujer. A partir de esto la AFUSSAR tomó la determinación de sancionarlos, pero no solamente eso sino que además expulsó al club entero", retrató.
Siguiendo con el tema, la protagonista indicó: "Las familias estamos muy mal, porque nosotros tenemos todas las categorías desde los 8 años hasta Senior. Estamos de acuerdo con que haya una sanción pero no extrema e injusta como esta. Azul ya comenzó con la apelación y todavía no hemos rtenido respuesta", dijo.
Por último, Quiroga sentenció: "Nosotros no queremos que nuestro club desaparezca y queden más de 200 chicos en la calle y más en esta época donde no tenemos dónde insertarlos", tiró. Y cerró: "El Club se llama y usa el azul para tener una mayor concientización del autismo, ya que contamos con muchas familias que contienen esta patología".