Violencia, armas y drogas ¿cómo actúan las escuelas de Mendoza ante estas situaciones?
En Mendoza existe una "Guía de procedimientos ante situaciones emergentes en las escuelas". La misma muestra como proceder frente a casos de violencia.
Cada vez que se menciona que en una escuela algún estudiante lleva un arma o comercializa estupefacientes se encienden las alarmas de la sociedad en su conjunto. Sin embargo, muchos desconocen la guía de procedimientos ante estas situaciones eventuales que se pueden producir en las instituciones educativas de Mendoza.
Frente a estas situaciones que van desde abuso, violencia o portación de armas, la Dirección General de Escuelas (DGE) tiene un protocolo para cada caso en particular que determina como deben actuar los adultos responsables que velan por la seguridad y bienestar de los estudiantes dentro de las horas de cursado.
La “Guía de procedimientos ante situaciones emergentes en las escuelas de Mendoza ” consta de 148 páginas y se divide en dos grandes partes: por un lado la modalidad de nivel primario y por otro secundario. La misma se creó en el 2018.
El arma es una pistola Bersa calibre 22, la llevó un estudiante a la escuela Sarelli de Maipú, Mendoza.
¿Cómo proceden las escuelas ante situaciones producidas por consumos problemáticos?
Según el protocolo se establece que ante situaciones producidas por consumos problemáticos suele suceder que frente a la presencia de sustancias o situaciones de consumo se cree que es necesario generar respuestas inmediatas y urgentes. Sin embargo en la guía se establece que “es imposible encontrar una respuesta simple para todos/as por igual” y agrega: “Las soluciones serán mucho más efectivas en tanto sean construidas colectivamente. Sólo en casos en donde se presente un presunto riesgo por intoxicación de un niño y/o adolescente es necesario que la escuela actúe rápidamente”.
Para poder enfrentar nuevos problemas asociados a las prácticas sociales actuales es fundamental contar con las herramientas necesarias para implementar estrategias institucionales de abordaje ante situaciones de consumo desde una lógica de cuidado y de protección de derechos.
Si el niño / adolescente atraviesa una situación de consumo problemático hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
Generar un espacio de escucha activa.
La clave más importante es abordar la situación desde una mirada integral, que sea capaz de contextualizar la situación, sin centralizar la intervención en las sustancias, sino más bien en el sujeto.
Lograr un clima de confianza para que el niño/adolescente pueda expresarse, sin generar comportamientos hostiles o actitudes de estigmatización.
Brindar apoyo y contención.
Respetar la confidencialidad de la situación procurando que no intervengan actores innecesarios, respetando así sus derechos a la intimidad y a la salud.
Convocar a los adultos más cercanos y explicarles la importancia de ayudarlo en un momento complejo en que necesita ser respaldado y contenido. Es fundamental el rol de la familia en esta etapa.
Convocar al Equipo Interdisciplinario del Servicio de Orientación, a los fines de generar espacios de diálogo y reflexión que permitan que el/la niño, niña o adolescente pueda expresar lo que le pasa y sienta que puede contar con ayuda.
Los Equipos Técnicos indicarán de ser necesaria, la derivación a algún Equipo de salud mental: Centro de Salud, Centro Preventivo Asistencial de Salud Mental Infanto-Juvenil, Centro Preventivo Asistencial en Adicciones (C.P.A.A.) que corresponda por zona geográfica.
Facilitar la concurrencia a la escuela para que complete su trayectoria escolar y su tratamiento de salud.
En el caso de presencia de sustancias ilegales en la escuela, el protocolo determina que hay que llamar al fonodroga: 4233233.
Violencia Social: ¿Cómo actuar?
A pesar de los esfuerzos de una institución educativa por lograr una convivencia democrática se pueden presentar, por diversas razones, situaciones de violencia aisladas o agrupadas, frecuentes o esporádicas. Éstas pueden involucrar a uno o varios actores.
Algunas de las situaciones de violencia sucedidas en el interior de la escuela constituyen delitos y se remiten al ámbito judicial. Otras, se derivan al campo administrativo, Junta de Disciplina o Consejo Deontológico.
Es fundamental comprender que una situación de violencia nunca es aislada, sino que constituye un emergente de la realidad social y es reflejo de la misma. Es por ello que se usa el término Violencia Social en lugar de Violencia Escolar aportando una mirada desde la complejidad a los fenómenos emergentes dentro de los espacios educativos.
La guía determina que frente a estos episodios de violencia es esencial comprender la importancia del "deber de comunicar" ya que "el silencio protege a la persona ofensora, pone en riesgo a la víctima y a potenciales nuevas víctimas".
Aspectos importantes a tener en cuenta:
Intervenir con el fin de disminuir la carga emocional, evitando desenlaces con agresiones físicas, e intentando finalizar cualquier episodio de agresión.
Responder a pedidos de ayuda de niños y adolescentes, participando activamente frente a la solicitud de intervención de los mismos.
Sostener una actitud de escucha para que el/la niño/a diga cómo se siente, qué le ocurrió y qué necesita.
Brindar la oportunidad de poner en palabras los sentimientos e ideas, siendo una ocasión valiosa para empezar a comprender el conflicto. Muchas veces las agresiones físicas y verbales son el resultado de un conflicto que no logró ser adecuadamente procesado.
Favorecer la construcción de un relato que le dé un nuevo sentido al conflicto, a través de preguntas orientadas al futuro y a la reparación de los vínculos.
Por lo general, no es el momento adecuado para aconsejar ni formular señalamientos porque la receptividad está siendo interferida por la necesidad de dar curso a las emociones contenidas.
Frente a hechos que pueden categorizarse como violencia de género puede llamarse a la línea 144 con el objetivo de pedir asesoramiento.
Procedimientos a cumplir si hay armas en la escuela
Según el Código Penal se reconoce una tipificación de las armas diferenciándolas en Armas de Fuego: de cualquier tipo o alcance, tales como pistola revólver, rifle, escopeta, fusil, explosivos. Armas Blancas: tales como cuchillo, navaja, cortaplumas, etc.; y Armas Impropias: cualquier objeto que desnaturalizado de su función original sea utilizado con intención de amenazar, intimidar, agredir, etc.
"La escuela siempre debe trabajar las situaciones desde una perspectiva del cuidado de los niños y adolescentes. Para los marcos legales vigentes en temas de derechos. Quien porta un arma está en una situación de vulnerabilidad e implica un riesgo para él/ella y los/las demás, por tanto se requiere la intervención adulta", informa la guía.
Aspectos importantes a tener en cuenta:
Cuando se identifica al/la portador/a:
Pedir al/la portador/a que abandone o entregue el arma.
Si el/la portador/a no entrega el arma, informar lo ocurrido a la comisaría más cercana o al 911 para que arbitre los medios para retirar el arma de la escuela. No es necesario que el/la niño/a acompañe a la autoridad policial. NO PUEDE LA POLICÍA TRASLADAR AL/LA niño/a
Convocar a una autoridad de la institución, o referente significativo para el/la niño/a
Transmitir calma a los miembros de la institución que estén en conocimiento de la situación.
Comunicar a la familia del/la niño/a y solicitar que se hagan presentes en la escuela en forma inmediata.
Registrar los hechos y actuaciones institucionales en las actas correspondientes. Informar siguiendo la línea jerárquica.
Dar intervención al Equipo Interdisciplinario del Servicio de Orientación para realizar abordaje y seguimiento de la trayectoria escolar.
Comunicar lo ocurrido a la comisaría más cercana o al 911 y solicitar arbitre los medios para retirar el arma de la escuela.