“Un nuevo embarazo es un mundo distinto. Puede ser una mamá que transite el tercer embarazo y no le pasó nada de lo que le pasó en el primero, pero una mamá primeriza obviamente está muy asustada por los relatos que escucha de otros nacimientos y cómo han sido. Hay relatos positivos y otros muy negativos que lo único que hacen es asustar”, explica la también docente de la Universidad del Aconcagua.
En este sentido, es primordial para el acompañamiento que las pacientes elijan un/a obstetra o médico/a con el cual se puedan sentir contenidas y sostenidas. “Eso es un rol fundamental y se nota cuando una mamá está preparada para el proceso de nacimiento”, remarca.
Obstetricia, obstetra, parto - 497414
Obstetricia, una profesión en el génesis de la vida: "Ver llegar un niño al mundo es sagrado"
Como es lógico, en las madres primerizas surge la duda de si están preparadas para la inmensa tarea de traer vida al mundo, y si bien la profesional reconoce esto, en sus consultorios se asegura de brindar tranquilidad, empoderamiento y confianza a sus pacientes.
“Estoy convencida de que nuestro cuerpo está preparado para gestar, para parir y para nutrir. Hoy por hoy la maternidad es una decisión, pero el parir es un instinto mamífero interior que tenemos”.
En lo relativo a los cursos de preparación para el nacimiento, la licenciada aclara: “Los bebés no esperan a nadie, por eso nacen en el taxi o en el micro. No hay que ir a buscar eso a un curso, sino herramientas para saber qué es una contracción, cuándo tengo que ir a una consulta, qué pasa si aparece un signo de alarma y cómo voy a involucrar a mi acompañante para crear un escenario adecuado para el parto”.
Obstetricia y Tocoginecología: qué las diferencia
Quienes son licenciados en obstetricia pueden acompañar a las personas gestantes en todo su proceso, desde la etapa preconcepcional, hasta brindar asistencia en el parto y durante el puerperio; siempre y cuando se trate de embarazos de bajo riesgo.
“Si algún obstetra trabaja en un lugar lejano donde no hay pediatras también se puede asistir al recién nacido hasta su primer mes de vida”, agrega.
Por otro lado, un médico tocoginecólogo puede controlar embarazos de bajo y alto riesgo. “Si al momento de controlar embarazos se constata que la paciente presenta una patología asociada a la diabetes o hipertensión, o se detecta que el embarazo no está teniendo parámetros normales, se procede con la derivación al consultorio de alto riesgo para que la vea un médico tocoginecólogo”, desarrolla.
Obstetra, obstetricia, ecografia, eco - 486841
Obstetricia, una profesión en el génesis de la vida: "Ver llegar un niño al mundo es sagrado"
Foto: web
Asimismo, precisó que las atenciones varían dependiendo de si se trata de un centro asistencial público o privado, pues en este último es el médico que ha consensuado su intervención con la paciente quien desarrollará la asistencia durante el proceso del parto.
El embarazo, un trabajo en equipo
Trabajar en el proceso de embarazo y nacimiento no es sólo para la mamá. Si bien ella es la protagonista por llevar una vida en su interior, Yañez precisó que la persona que la acompaña, que en la mayoría de las veces es su pareja, también juega un rol fundamental.
“Uno sostiene y contiene, que es la persona que acompaña y tiene el rol pasivo, y la persona que está sintiendo todas las señales en su cuerpo tiene el rol activo”, señala.
En este sentido, afirma que los acompañantes pueden ayudar a aliviar el dolor y en la preparación física de la persona gestante, a la vez que pueden involucrarse en las etapas del proceso informándose.
“Saber cómo me voy a mover, qué postura puedo adoptar, qué masaje me puede hacer para poder aliviar el dolor o cuánto es el tiempo que me voy a demorar en parir son cosas en las cuales pueden ayudar”, ejemplifica.
Puerperios reales, un proceso entre el amor y el dolor
Para tratar de que tanto el embarazo como el nacimiento del bebé sean procesos que la madre pueda transitar de la mejor forma posible, la obstetra precisa lo imperativo de no dejarse sugestionar por lo visto en redes sociales.
Esto se debe a que en las plataformas abundan historias de actrices, modelos e influencers que tuvieron partos sin complejidades y, un día después del alta, retoman sus actividades como si nada hubiera cambiado. Esto genera frustración en mujeres que necesitan una determinada cantidad de tiempo para recuperarse de ese complejo proceso.
Embarazo - 46444
Embarazo, un trabajo en equipo
“A veces dar la teta no es fácil, hay chicas que me dicen que les duele o que no es tan sencillo que el bebé se prenda -cuenta Yañez- en los cursos preparación se abordan esos temas. También los cuidados de la mamá cuando se realiza un parto por cesárea, donde puede aparecer una sensación de angustia o frustración” en aquellas personas que no querían someterse a ese proceso pero debieron hacerlo por recomendación médica, detalla.
Otra problemática que surge en torno a las cesáreas es “la falta de información”. “En muchos pacientes esto produce que se tomen conductas desacertadas y no haya una preparación correcta para el proceso de parto”, explica.
En este sentido, la profesional remarca es “importantísimo dejar en claro que, al momento de dar a luz, las madres deben tener una buena preparación sobre qué es el parto, qué es la cesárea y la analgesia epidural.
También te puede interesar: Aumentan los partos por cesárea en Mendoza: cuáles son los riesgos detrás de la práctica
La obstetra precisa que se debe prestar tanta atención a la madre como al recién nacido. “Ella también es importante. Dejó atrás esa personita que era y pasó a tomar este título que es ser mamá y quiere hacer todo bien pero de repente no le sale. Nosotras, las ‘mujeres reales’ vivimos puerperios reales -subraya en comparación con las narrativas que se puede encontrar en internet-, y las redes nos muestran puerperios de actrices o modelos que no son los que vive una mujer común”.
Estos discursos sientan objetivos o deseos irreales que una madre promedio no podrá alcanzar por diferentes motivos, entre ellos económicos. Saber todo lo que puede suceder durante el embarazo y saber “pedir ayuda en el momento oportuno” es de suma importancia, especialmente con procesos fundamentales como la lactancia.
Para la obstetra, el puerperio es una etapa entre el amor y el dolor. “El dolor porque deja atrás esa mujer que era, y el amor porque conoce el amor puro, noble, óptimo que dan los hijos. Este es un amor oceánico, un amor sin fronteras, como si uno se parara en la playa y no pudiera dimensionar cuánto lo ama”, sostiene.
La lactancia: otro gran desafío
La lactancia es otra etapa de la maternidad en la que, sumado a los efectos del puerperio, se puede producir estrés y angustia cuando no se desenvuelve de la manera ideal. “Depende de la anatomía de cada mamá, de cómo esté su pezón. Hay distintas posturas y posiciones en las cuales se puede optimizar la prendida del bebé, pero en quienes no lo logran aparece una frustración más”, dice Yañez.
parto bebé
Obstetricia, una profesión en el génesis de la vida: "Ver llegar un niño al mundo es sagrado"
“Tenemos que corregir y tenemos que aprender juntos, mamá y bebé. En el puerperio ella se arma y se desarma; llora más de lo que lloró en el embarazo y adolece de un montón de otras cosas que yo no podrá hacer, por ejemplo, dormir…”, explica.
También puede ocurrir que, cuando a una madre le cuesta amamantar, sus familiares sugieran que pruebe con fórmula, desconociendo que esto tal vez no es lo mejor para el bebé. La obstetra reafirma que esto “no es lo mismo bajo ninguna circunstancia", pero “si es el deseo de hacerlo de la mamá hay que apoyarla y contenerla, pero todas tenemos buena calidad de leche. Hay quienes dudan de que su leche sea buena, pero nuestro cuerpo es maravilloso y produce excelente calidad en todas las mamás”.
Con un posgrado en preparación integral para la maternidad, en lactancia materna y puericultura, Flavia Yañez también se desempeña en el área de obstetricia del Hospital Virgen de la Misericordia. Allí, cada día demuestra su gratitud hacia la profesión que le permite presenciar la llegada al mundo de una nueva vida.
“Para alguien que ve un parto por primera vez es imposible no emocionarse. El ver llegar un niño al mundo es emotivo y muy bonito. Para mí es un momento sagrado en la vida de una mujer, de una pareja y de una familia”, concluye.