Desde las primeras horas del viernes 15 de agosto, Mendoza será escenario de un operativo sin precedentes: el traslado del reactor de hidrodesulfuración más pesado fabricado en Argentina. La gigantesca estructura, que pesa 456 toneladas y mide 38 metros de longitud, fue diseñada y construida por IMPSA para la refinería de YPF en Luján de Cuyo.
La pieza, denominada HG-D-3501, fue elaborada bajo las estrictas normas internacionales ASME y API 934, cumpliendo con especificaciones técnicas de YPF. Su función principal es reducir significativamente el contenido de azufre en el diésel, alineándose con los más exigentes estándares ambientales globales.
La empresa de infraestructura tecnológica mendocina, IMPSA, pone a punto un enorme reactor de hidrodesulfuzación que por estos días ocupa varias de las naves de la empresa. El desarrollo será clave para la producción y exportación de combustible que YPF pretende hacer el próximo año.
Es que esa enorme máquina, en la que trabajan más de 40 empleados forjando tambores -que cuando se ensamblen terminarán pesando unas 415 toneladas-, le permitirá a la empresa sacar el azufre del petróleo que extrae en la destilería de Luján. Así, podrá cumplir con los requisitos de combustible amigable con el medio ambiente que ya exige el mercado europeo y eso le abriría varias puertas para poder exportar.
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Mendoza será escenario de un operativo sin precedentes: el traslado del reactor de hidrodesulfuración
Detalles técnicos del operativo en Mendoza
Este ambicioso proyecto requirió la participación de más de 300 trabajadores mendocinos de 60 especialidades diferentes y la aplicación de soldaduras de última generación, algunas de las cuales se realizaron durante 12 días consecutivos a 220 °C. Además, el interior del reactor está recubierto con acero inoxidable estabilizado tipo 347, que le otorga resistencia frente a los fluidos de proceso y garantiza una vida útil mínima de 30 años.
El traslado estará a cargo de Transapelt, empresa especializada en cargas sobredimensionadas del grupo IMPSA. El recorrido comenzará en la planta de IMPSA en Godoy Cruz, seguirá por la Ruta Nacional 40 y luego la Ruta Provincial 84, hasta llegar al ingreso de la refinería por el puesto 7.
Para asegurar la correcta ejecución del operativo, contará con el acompañamiento de la Policía Vial, Gendarmería Nacional y las áreas de tránsito de Godoy Cruz, Luján de Cuyo y Maipú.
Cómo se construyó el reactor de IMPSA
Para poder construir el enorme reactor, IMPSA debió importar material forjado en 10 piezas que compró a una empresa de Italia, ya que en el país no se produce ese material de calidad nuclear.
Ese reactor supone el ensamble de 10 virolas -abrazaderas de metal- en 5 tramos, más un cabezal que completa la enorme pieza.
Pero no es el único proyecto que tiene la empresa para la provincia. También se estudian dos proyectos más de producción de energía, que están en estudios de prefactibilidad.
Cabe recordar que Mendoza, al tener el 21,2% de las acciones tras haber capitalizado con fondos locales el salvataje a Pescarmona, pone a uno solo de los representantes en esa mesa directiva de la compañía. Desde fines de abril, ese integrante es el joven ingeniero Mario Croce (36), que llegó para reemplazar a Pablo Magistochi, el titular de la empresa EMESA.
Por qué hay que adecuar el combustible
El ex director de YPF -hoy senador provincial- Martín Kerchner, contaba que la firma de bandera nacional había previsto una inversión de 585 millones en 4 años con el claro objetivo de adecuar el combustible que se produce en la destilería de Luján a las normas mundiales de reducción de azufre. De esa manera podrá producir combustible “Euro 5”.
“En el 2030 no habrá mercados para quien no produzca ese combustible bajo en azufre. No hacerlo significaría que Argentina se quedase fuera de esos mercados y pese a tener petróleo, debería importar combustible por no cumplir con las exigencias mundiales”, advertía el ex integrante mendocino del directorio de YPF.
Justamente para cumplir esa meta, la firma contrató a IMPSA la construcción de 2 hornos de proceso que antes se compraban a Corea, la remodelación de otro horno que ya había hecho esa empresa metalmecánica con antelación y la construcción del enorme reactor que sirva para extraer el azufre. Esa maquinaria es hasta ahora la más grande que ha fabricado IMPSA en su largo historial en la metalmecánica.
Ese proyecto que se denomina YPF Next, supone que ese combustible tenga la condición denominada 10ppm, lo que se traduce en que tenga menos de 10 partes de azufre por millón.