Mantener una buena alimentación es fundamental para llevar una vida saludable. Existen diversos alimentos que son fáciles de encontrar y que contribuyen a mejorar la memoria, sobre todo en adultos mayores.
Mantener una buena alimentación es fundamental para llevar una vida saludable. Existen diversos alimentos que son fáciles de encontrar y que contribuyen a mejorar la memoria, sobre todo en adultos mayores.
En este sentido, los especialistas en nutrición recomiendan hacer el hábito de incorporar ciertos alimentos que ayuden a mejorar la memoria y la concentración, y a prevenir a largo plazo determinadas enfermedades neurodegenerativas.
A continuación, los 10 alimentos saludables que ayudan a mejorar la memoria y la concentración.
Las platas son una de las frutas más saludables y ayudan a mejorar las funciones cognitivas. Aunque tienen un alto contenido de grasas, es importante saber que éstas son monoinsaturadas, un tipo de grasas que mantiene a raya los niveles de azúcar en sangre. Además, también reducen la presión arterial (relacionada con el deterioro cognitivo).
Esta fruta también contiene ácido fólico, que ayuda al organismo a mantener y crear nuevas células, y vitamina K, esencial para prevenir los coágulos sanguíneos en el cerebro y mantener los huesos fuertes. Además, las paltas son ricas en vitamina B y vitamina C.
El chocolate negro contiene cacao, que es rico en flavonoides, unas sustancias con efecto antioxidante y antiinflamatorio. Los antioxidantes son especialmente importantes para la salud del cerebro, ya que éste es muy susceptible al estrés oxidativo, lo que contribuye al deterioro cognitivo relacionado con la edad y las enfermedades neurodegenerativas.
Los arándanos y muchos tipos de bayas contienen flavonoides y antioxidantes (antocianina, ácido cafeico, catequina y quercetina) que ayudan a reducir la inflamación y el estrés oxidativo del cerebro. Estos compuestos tienen un efecto positivo sobre la comunicación celular, producen un incremento de la plasticidad neuronal, y reducen o retrasan determinadas enfermedades neurodegenerativas relacionadas con la edad y el deterioro cognitivo que afectan a la memoria y otras funciones cognitivas.
El consumo de café está muy extendido y sus efectos sobre la atención y la concentración son de sobra conocidos. La cafeína bloquea una sustancia del cerebro denominada adenosina, que provoca somnolencia en la persona. Más allá de aumentar el estado de alerta, algunos estudios sugieren que el café podría aumentar la capacidad del cerebro para procesar la información.
El café también es una buena fuente de antioxidantes, y su consumo se ha relacionado con una reducción del riesgo de deterioro cognitivo, así como de padecer enfermedad de Parkinson y enfermedad de Alzheimer.
El consumo de nueces es recomendable, ya que contienen gran cantidad de ácidos grasos omega-3 y antioxidantes. Se ha sugerido que una mayor ingesta general de nueces está relacionada con una mejor función cerebral en la edad avanzada.
El aceite de coco es probablemente el aceite más versátil que se puede encontrar. También se usa para cocinar, para el cabello y para tratamientos de belleza. Sin embargo, aparte de estos conocidos beneficios del aceite de coco, también es muy beneficioso para el cerebro, ya que contiene altos niveles de triglicéridos de cadena media que ayudan a descomponer las cetonas (subproductos que actúan como combustible para las células del cerebro).
Además de ser una fuente de bajas calorías, el brócoli tiene efectos positivos para el cerebro. Este vegetal es rico en unos compuestos llamados glucosinolatos que, una vez descompuestos, producen isotiocianatos, unas sustancias que pueden reducir el estrés oxidativo y disminuir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
Los pescados azules como el salmón son una fuente importante de ácidos grasos omega-3, esenciales para la salud de las células del cerebro, el aprendizaje y la memoria. Se ha comprobado que las personas con altos niveles de omega-3 incrementan la producción del flujo sanguíneo en el cerebro. Además, también se ha observado que existe una conexión entre este ácido graso y una mejor capacidad para procesar información.
El aceite de oliva virgen extra es un producto imprescindible en la dieta y un producto que está repleto de antioxidantes llamados polifenoles. Algunas investigaciones han sugerido que los polifenoles ayudan a mejorar la memoria y el aprendizaje. Además, también podrían ayudar a revertir las enfermedades relacionadas con la edad que reducen las habilidades cognitivas y a combatir las proteínas tóxicas relacionadas con la enfermedad de Alzheimer.
Los huevos son una fuente de nutrientes ligados a la salud cerebral, entre los que cabe destacar las vitaminas B6 y B12, el ácido fólico y la colina. Esta última es un micronutriente que el organismo utiliza para producir acetilcolina, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo y la memoria, entre otras funciones. Además, las vitaminas del grupo B y el ácido fólico podrían ayudar a retrasar el deterioro cognitivo relacionado con la edad.